ESTE JUEVES...RELATO

             
              EL ARBOL DEL AHORCADO

-          Yo no quería,  juro que  no quería. Me encontraba con Juan el Bautista, yo creía que él era el Mesías, tenía fuerza,  hablaba muy bien, y además eran muchos los que lo seguían; pero me lo dijo bien claro: - El que viene detrás de mí, si que lo es, yo sólo preparo su camino. Pensé: Por fin alguien que nos ayudará a liberarnos del imperio Romano. No, yo no quería, de verdad; pero él no pensaba en esa liberación,  decía que venía salvarnos. Si no era del imperio romano, ¿de qué nos iba a salvar?. Yo no le entendía cuando hablaba por parábolas, y creo que mis compañeros tampoco lo entendían; pero al menos ellos le creían; sin embargo yo no. Muchas veces se metían con él, y  a pesar de que siempre les dejaba sin palabras; ellos insistían y lo probaban día si, y día también. Aquellos sacerdotes enviaban emisarios para demostrar que estaba contra  las leyes judías, sin embargo  él nunca caía en sus trampas. Yo le vi realizar algún milagro; pero nunca utilizó su poder para acabar con esos miserables romanos invasores que nos tenían amenazados día y noche con sus leyes. No, no lo entendía, por eso cuando los sacerdotes me ofrecieron treinta monedas de plata, lo medité poco, me prometieron que sólo lo querían interrogar, me lo prometieron; pero no era esa su intención, me engañaron. No, no lo entendía; pero no quería que lo mataran, no se lo merecía, y fue por mi culpa, me dejé engañar Por eso hice lo que hice, me fue imposible seguir un minuto más en esta vida.  Nunca debí de dejar a Juan; ¡Dios mío perdóname si puedes!.

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