La verdad es que hacía muchos días que Lucía se encontraba
mal, floja, con poca hambre y bien curioso, con la cara hinchada. Su hija
preocupada la llevó al médico, y después de análisis y pruebas varias,
descubrió que tenía tuberculosis, una enfermedad que aquí hace años que no
existía; pero sobre todo debido a la
inmigración se estaban dando nuevos casos. La podía haber cogido perfectamente
en el autobús. Tuvo que estar en casa aislada con mascarilla durante un mes;
pero como era ya mayor,-72 años- quedó prácticamente sin defensas. Al cabo de
dos meses recayó y la ingresaron. Dicen que una de las inyecciones que le
ponían para que circulara la sangre se infectó; pero no se sabe como,
entró por su propio pie y ya no salió, y
al final no le supieron explicar de qué murió. Este caso es cierto, le sucedió a la madre de
una amiga mía.
Esto del Ébola me recuerda un
poco a lo que os he explicado. Piensas que aquí nunca sucederá nada, que sólo es cosa de esos pobres países;
pero mirar, por un solo hombre tantas precauciones, y al final el pobre ha
fallecido. Estos virus tan letales te hacen meter el miedo en el cuerpo, porque
aunque te dicen que aquí no llegará, sabemos que en tres países se está
muriendo la gente como chinches, y en uno que es bien grande, como es Nigeria.
Como siempre, dejamos que allí la gente se muera y no movemos un dedo,
demasiado caro, no ganamos ni un euro, ¿Para qué intervenir entonces? Triste;
pero real. A ver si esta vez cambian las cosas
MÁS VIRUS EN CASA DE Mª JOSÉ
17 comentarios:
Que alguien intervenga para solucionarlo no sólo es humanitario, sino también astuto. Para evitar cualquier futuro peligro.
Si mi pobre conocimiento al respecto no me falla, la tuberculosis es una enfermedad más común de lo que parece y tiene variedades múltiples, eso creo, triste, lamentable.
También los casos de ébola, no somos intocables y no deberíamos pensar que no nos sucederá nada, al contrario, el camino es largo y nos pone a cada uno en un lugar que no imaginamos.
Un abrazo.
Carmen, nos haces reflexionar, amiga...Estamos en el mundo y a veces el mundo es un pañuelo donde se esconden sorpresas y extraños y cercanos virus...Mi gratitud y mi abrazo por tu buen aporte.
M.Jesús
La estrategia de mirar para otro lado suele ser la forma en que esquivamos pensar en esos grandes dramas. Claro que por suerte hay muchos que no piensan así, sino que, por el contrario, buscan pelear la batalla desde las trincheras. Ojalá logremos ganar -entre todos- esta guerra.
=(
Muy buena y paciente observación. Ilustrada con una historia que conoces de cerca. No hay respuesta lógica para tanto desconcierto e injusticia.
Besos
Gracias Neo, M. Jesús, Alfredo, Verónico y Demiurgo. La sociedad es injusta y nosotros la hacemos más.
Un abrazo
Una historia bien real la que nos has contado, la tuberculosis ha causado estragos desde tiempos inmemoriales.
Desgraciadamente invertir en salud para los paises pobres no les sale rentable a los paises ricos y las farmaceúticas(parece que ya tampoco en el nuestro al propio gobierno) no importa que se mueran mientras sean ellos. Luego nos alarmamos cuando empiezan las amenazas sanitarias.
Un abrazo.
Muy emotivo tu relato, y muy lamentable lo sucedido a tu amiga. La humanidad está asustada, esto de los virus puede ser controlable, pero en algunos casos tardan demasiado en encontrar la cura. Mientras tanto el virus va contaminando a su paso dejando miles de muertes. Esperemos que los científicos acierten pronto en el antídoto para destruir este mal.
Saludos
Hay que esperar a mas de mil muertes para hacer algo? No se dónde está la respuesta ni qué tiene que despertar las conciencias.
Un beso
Gracias Yessy, José y Rosa. Es difícil saber donde está el límite del ser humano
Un abrazo
Muy buena reflexión Carmen, estoy de acuerdo contigo. Todos los gobiernos deberían haber tomado medidas mucho antes para solucionar no solo este problema sino otros muchos que asolan África...si se quisiera sería posible, eso es lo más triste de todo.
Un beso
Hasta que no está entre nosotros no le dan importancia, lo mismo pasó por acá con la gripe A, y hasta con el HIV, tuvo que morirse mucha gente antes de que se ocuparan en hacer algo, pero a veces puede ser muy tarde.
Un beso enorme.
se debe tener conciencia que el virus que es amenaza en un país, lo es para los otros. Buen escrito Carmen
Gracias Charo, Sindel y Lao. Esperemos que las cosas cambien; aunque mucho ha de acabar el mundo.
Un abrazo
La tuberculosis nunca ha dejado de existir. Agazapada como una bacteria inteligente a la espera de su momento ha vivido entre nosotros hasta que como bien dices a raíz de la inmigración se ha puesto en marcha. Un gran problema para el que hay tratamiento siempre que no existan complicaciones. Para el virus del Ébola aún andamos en pañales...Un besote y gracias por participar
No se está a salvo de algo que llega sin ser apreciado y no da la cara, cuando lo hace en demasiados casos es tarde. Y las noticias de alli son terribles, pero las de aquí desconcertantes.
Un abrazo.
tu relato y el mío se dan la mano...así que como opinamos lo mismo, aquí lo dejo...y lo dejo con el sabor de la hipocresía que reina en nuestros países adelantados...
medio beso.
Publicar un comentario