Laura hacía tiempo que lo
esperaba, por fin Luis se decidió a invitarla a cenar. Era una sorpresa, sólo
le dijo: Tú, déjate llevar, y así lo hizo. La fue a buscar a casa en coche y la
llevó a un sitio bien singular. Era una especie de cueva, que ya cuando
entrabas, te daba una especie de escalofrío, tanto por la temperatura, como por
el silencio y la tranquilidad que se respiraba. Se sentaron al lado de una
ventana, desde donde se apreciaba el precioso cielo estrellado. En el centro de
la mesa, una vela de color azul dentro de un cuenco trasparente de vidrio, les
proporcionaba el ambiente adecuado para su primera cita. El camarero les ofreció
la carta de vinos, y escogieron uno suave y blanco, a Laura le gustaba más. A
través de aquel líquido dorado se veían un poco diluidos sus rostros; pero ya
les iba bien, sobre todo a Luis, que con lo que le costó preparar su primera
cita, seguro que necesitaba algo que le diera un poco de confianza.
Mientras comían el primer plato,
se inició un juego de miradas cómplices, seguidas de esos silencios que lo
decían todo. Miradas furtivas, y miradas tímidas que ayudaban a iniciar la
conversación. Costó; aunque a final, casi no había nada que decir, simplemente
Luís cogió la mano a Laura y le dijo: -Laura…yo te quiero, estoy enamorado de
ti, y ella le respondió: -Lo se, yo también te quiero.
Pocas palabras y muchos
silencios, porque como alguien dijo: El hombre es esclavo de sus palabras y
dueños de sus silencios. Aquí no hizo falta decir nada más, todo estaba claro.
MÁS SILENCIOS EN CASA DE MATICES
25 comentarios:
Da la impresión que Laura sufría esperaba que se lo dijera, ansiosa por corresponderlo.
Que dificil es decir lo que se desea decir.
Unos silencios que vienen en el guión de esos tipos de conversación.
Voy a comprarme el vestido para la boda, esto promete. Saltos y brincos
A veces los silencios dicen más que mil palabras. En estos casos es mejor no agregar nada más, que ya todo está dicho con las miradas.
Un beso :)
Cuanto cuesta romper el silencio de lo que grita el corazón, ¿verdad?, o es que a veces no es necesario, solo las miradas hablan por los dos, menos mal que sl final rompe el silencio, porque las palabras siempre son necesarias para confirmar los sentimientos, aisssss, rompamos los silencios!, sabes mi niña??? yo también te quieroooo!!!! jajaja, miles de besosssssss
Pues yo como Ester, voy a por el modelito que tengo con naftalina a ver si lo aireo, jajajaja. Me gustó, Carmen, esas cosas que se esperan impacientes y parece que nunca llegan, como algunas llamadas de teléfono cuando eres adolescente...
Abrazo.
Creo que después de un te quiero sincero hay un microsilencio en el que la persona que lo escucha se siente,... no Dios. Pero si la persona más afortunada del mundo.
Un relato que puede ser real.
Un beso.
Qué bueno que alguna vez pudo ser...
Festejo que en esta historia pareciera que el silencio resulta ser el mejor inicio de algo especial.
=)
Gracias Demiurgo, Ester, Neo, Rochies, Sueños de Sinceridad, Censura, Tracy, Susurros y Sindel. Al final salió, aunque costó.
Yo tambien te quiero Susus.
Un abrazo
Muy buen relato Carmen, se ve que no hicieron falta muchas palabras... muchas veces el gran hablador es el silencio....
Tantas cosas que querían decirse el uno al otro, que prácticamente se intuían, se sabían de memoria el sentimiento, cómplice y compartido. Por eso una vez enfrentados, ya no hubo necesidad de palabras. Las miradas, seguramente, eran más que convincentes.
Qué romántica situación la de tu relato... me ha gustado ese clima romántico!
Besos!
Gaby*
Las miradas en esa cita, y el pausado silencio testigos de un timido ‘te quiero’. Y no hay mas palabras como decirte que me encanto leer tu relato. =)
Besos
Hay miradas que lo dicen todo y sobran las palabras. Bueno relato. Besos.
Gracias Lao, Gaby, Yessy y Cristina. Los silencios son casi más importantes que las palabras.
Un abrazo
Silencios que expresan más que las palabras que en estos casos quedan pobres.
Un beso.
Y para arropar esos silencios, las palabras mágicas de los enamorados, un brindis, una mirada... para qué más.
Un beso
Una declaración muy bonita, perfectamente narrada. Un ambiente que tiene unaa magia en la que prender la llama de la magia de una relación de pareja.
Besos, amiga.
Es verdad, es necesario ser dueño de tu silencio, tantas veces...
Realmente no es un silencio absoluto. Todos los gestos tienen sus sonidos: el del deseo, el de la complicidad, el del futuro ansiado y el del presente consumido.
Una partirura de notas que salen del instrumento del corazón a través del cuerpo.
Besos
Gracias Leonor, Juan Carlos, Rosa, Maribel y Alfredo. Si, hasta las miradas y esos silencios tienen sonido.
Un abrazo
Romántico relato Carmen, los silencios del amor, acompañados de dos palabras mágicas, esos te quiero, que dan el toque final.
Un abrazo.
Los silencios y el amor siempre van de la mano, se dice tanto en esos momentos...
Besos
Como decía la canción no hace falta hablar si lo que vas a decir no es más bonito que el silencio...en este caso lo era.
Besos
Cuesta mucho trabajo expresar los propios sentimientos, el miedo al rechazo, a no encontrar correspondencia, hace que esa barrera sea a veces insuperable. Aunque la mayoría de las veces el amor triunfa y consigue vencer esos miedos. Decir por último que algunos silencios son mucho más elocuentes que las palabras.
Un fuerte abrazo.
Publicar un comentario