JESÚS
Aquel viaje en el tiempo me mareó
un poco; pero por fin me encontraba en Galilea, lugar donde vivía Jesús. Me
habían dicho que era una persona muy cercana
y que no tendría problemas en entrevistarle. Y así fue, allí tenía frente a mi
aquel hombre de más de un metro ochenta de estatura, delgado, con pelo de color castaño, largo,
ondulado y mirada penetrante. Justo en ese momento los apóstoles no se
encontraban con él y no tuvo inconveniente que le realizara la entrevista. No se extrañó en
absoluto de ver mi grabadora, me comentó, que también pasó por allí una nave llamada
“Caballo de Troya” tripulada por un comandante que igual que yo, le dijo que venía
del futuro. Me sonaba, si, me sonaba mucho. Sin más preámbulos empecé mi entrevista:
--Jesús ¿Por qué viniste a
salvarnos sino tenemos remedio?
-Hija mía, sino confiara en
vosotros todo sería en vano; pero por
suerte no todos sois iguales y no consentiréis que se acabe el mundo de una
manera trágica.
--Bueno, bueno, la verdad es que
las guerras no paran, los judíos y los palestinos siempre andan a gorrazos y oriente medio está que se sube por las paredes.
--¿Y no hay nadie que pueda
impedir esto?
--Pues la verdad es que alguno lo
intenta tímidamente; sin embargo hay muchos interereses creados, el petróleo,
las armas, las drogas.. En fin que te voy a contar que tú no sepas.
--Pues la verdad es que me dejas
sorprendido, creía que mi sacrificio serviría para algo.
--Siento decepcionarte; pero no,
bueno, si, se ha creado una gran religión que lleva tu nombre, cristianismo,
que siempre está a matar con otra que se
llama Islamismo, originaria de otro profeta que vino después de ti. Así que lo
de amaros los unos a los otros, parece que se queda solo para unos pocos.
--Bueno, bueno, pues quizás
tendré que plantearme eso de que me crucifiquen.
--Creo que si, diviértete y vive
la vida, lo demás vendrá por si solo.
--Quizás tengas razón hija mía,
lo pensaré, te lo prometo.
--Gracias por tus palabras Jesús,
y espero que todo te vaya muy bien.
--Gracias a ti por preocuparte, hasta pronto.
Y así fue como acabé mi
entrevista con el gran Jesucristo, la verdad es que no fue para tanto.
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15 comentarios:
¿No te invitó a unas pasas o a una copa de vino? Un abrazo
La verdad es que tuvo que sentirse decepcionado por ver para lo poco que había servido lo que había hecho.
No vaya a ser que por tus comentarios anunciándole lo que se vino después, él vaya a cambiar las cosas y decida no sacrificarse!... creo que las cosas estarían mucho peor aún! jeje Un abrazo
p.d
cuando leí Caballo de Troya quedé muy impresionada
He leido otra entrevista con Dios, que también me ha gustado. sois unos entrevistadores audaces,la verdad. No me sorprende que se hayan dejado entrevistar por tan aguerridos periodistas.
A mi también me ha sorprendido la alusión al Caballo de Troya que fué muy aterior a la época de Jesucristo.
Un abrazo
Gracias Ester, Tracy, Neo, y Montserrat. He intentado dar un toque de humor a la entrevista. Neo, seguro que aún estariamos peor. Montserrat, el libro de Caballo de Troya va justo a la época de Jesucristo.
Un abrazo
Pues que te digo!! yo ante su presencia haría una preguntas que estoy segura acabaría la entrevista en un segundo...por ejemplo...le preguntaría que hizo en esos años que nadie sabe...?donde se fue..?porque solo aparece de niño y luego grande...??..y si me pongo de intrépita hasta le pregunto si vino del espacio o que?? mira que morir por nosotros...Besossssss..tu entrevista ha dejado en claro que con humor todo se puede..
Si desde luego que viendo panorama no me extraña que se este pensando si deja que lo crucifiquen o no. Muy buena entrevista y con su punto de humor. BESOS.
Si desde luego que viendo panorama no me extraña que se este pensando si deja que lo crucifiquen o no. Muy buena entrevista y con su punto de humor. BESOS.
Gracias Diva y Moli. Siempre va bien llevar las cosas al terreno del humor, es todo demasiado serio.
Un abrazo
Ahora que lo dices, es verdad, pobrecillo. Al final, aún sabiéndolo, sufrió terriblemente. Pero aunque se haya pervertido, su mensaje permanece.
Un abrazo, amiga.
Pienso como él... Yo me hubiera dado la vuelta. Ningún padre sacrifica así a su hijo.
Pero bueno, un personaje muy curioso, me gusta mucho. Me hubiera gustado conocerle. Hubiéramos tenido nuestros más y nuestros menos... y quién sabe... igual la historia no hubiera sido así.
Un beso muy grande.
Sin duda alguna eres una periodista atrevida y decidida, mira nada más que entrevistar a Jesucristo. Pobre, creo que no volverá a sacrificarse ni que el mismo padre se lo pida. El toque humorístico te quedo genial.
Beso
To le hubiera preguntado porqué tuvo que dejarnos la libertad de obrar visto el mal uso que hemos hecho de ese bien tan preciado y tan mal entendido.
Un abrazo.
Me hizo reir ese final... "al final no fue para tanto!" ...jajajajajaja! Encontrarse con Jesús para hacerlo cambiar de opinión sobre la crucificción, casi nada!!
Buen aporte... un beso.
Gracias Juan Carlos, Alma, dijo, Pepe. Desde luego me hubiera gustado conocerle en persona.
Un abrazo
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