Muchas veces nos quejamos de la
rutina; pero cuando esta rutina se rompe, casi siempre es para mal, sino
fijaros en la protagonista de esta historia.
Laura llevaba una vida feliz, tranquila. Había acabado su
carrera de historia, y de momento no tenía trabajo, se lo tomaba con calma, ya
sabía que esta carrera en realidad la hizo como un hobby y las salidas eran más
bien pocas, a parte de dedicarse a la docencia. Su padre disponía de un buen
trabajo y del sueldo no se podía quejar, tanto, que la madre no trabajaba, solo
se ocupaba del hogar. Tenía una hermana mayor que ya se encontraba ejerciendo
su profesión, periodista, y hacía casi un año que se independizó. Todo iba
sobre ruedas, hasta que un día su papá tuvo un accidente de tránsito en el que
falleció. El mundo se les cayó encima y la vida les cambió por completo.
Aquella vida rutinaria que tenía Laura ya no volvió a ser la misma. Entonces si
que buscó trabajo de verdad, y aunque no encontró de su especialidad, se debió
de conformar con un trabajo de dependienta en un supermercado. Con la pensión
que le quedó a su madre no tenían bastante y no hubo más remedio que buscarse
la vida. Se acabó la rutina; pero cuanto la echó en falta en esos momentos tan
penosos, y es que la vida, a veces nos tiene preparadas sorpresas desagradables
que no nos queda más remedio que afrontarlas para salir adelante, porque el ser
humano dispone de un instinto de supervivencia que es el que le hace
sobrevivir.
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16 comentarios:
Hola CArmen:
eEsten en la vida momentos en que un hecho fortuito te cambia por completo tus esquemas y tus deseos. Y hay que estar preparado para ello.
Dicen que los gatos sólo sacan las uñas cuando las necesitan, pero si no las tienen bien afiladas no les sirven para nada.
Te envio un abrazo y un recuerdo muy cariñoso.
Como la vida misma, sucesos iguales o similares ocurren todos los días. Nunca estamos preparados pero cuando llega el momento sabemos salir adelante.
Yo siempre suelo decir que la rutina difícilmente se rompe porque te toque la lotería, así es que viva la cotidianeidad.
Hola , es cierto que nos quejamos mucho de la rutina y a veces es mejor que sorpresas desagradables , como en este caso , la vida puede cambiar en cuestión de minutos . TRISTE relato pero así es la vida ,un fuerte abrazo .. feliz semana
No hay vida que ni tenga su "ración" de sorpresa o lo que es lo mismo, de lo imprevisto, lo fortuito, lo inesperado. Deberíamos estar preparados para ello, pero siempre suele pillarnos "con el pie cambiado".
Saludos.
Creo que a veces confundimos "cotidiano" con "rutina", y no siento sea lo mismo... creo que denominamos "rutina" cuando esa actividad, o lo que sea, nos "pesa"... tal vez cuando hacemos un trabajo que no nos satisface del todo, o algo que nos es impuesto de algún modo...
Me enredé tal vez... me gustó tu relato, y no dejo de pensar que en las peores circunstancias la gente muestra sus dotes mejores.
Un beso.
Yo tengo una historia parecida, pero bueno. Te puedo decir que siempre se sobrevive. La vida nunca se para y esa es una de las múltiples lecciones que hay que aprender. Un gran texto. Un abrazo.
Tienes razon, a veces nos quejamos por cualquier cosa. Tu relato es muy reflexivo, un giro de esta indole seria fatal. La vida es incierta, debemos prepararnos para cualquier circunstancia.
Saludo
Nunca se está del todo preparado para los cambios, pero en fin, la vida no se detiene, muy buen relato
Saludos
Gracias Montserrat, Pablo, Ester, Ame, Tracy, Campitrela, Yessy, Alma,y Juan L. Así es la vida, a veces nos guarda ingratas sorpresas.
Un abrazo
El cambio es lo natural, lo saludable, lo inevitable. A veces forzado por un revés de la vida y a veces voluntario, pero al final, seguro, beneficioso.
Yo hablaria mas bien de la vida acomodada de tu protagonista, ya se que es preferible salir de la cotidaneidad por otros medios menos dolorosos. Suerte que lis seres humanos siempre tenemos recursos. Muy bue relato, besos.
A veces necesitamos que alguien o algo nos espolee para que nuestra vida tome nuevos rumbos. Ningún instante es igual al anterior, pero algunos son especialmente diferentes.
Un abrazo.
Lo que cuentas es tan real como la vida misma, nos quejamos de lo que tenemos y cuando la vida da un giro total es cuando valoramos lo que teníamos.
Me ha gustado mucho tu relato.
Un beso.
Los giros inesperados puedes ser tanto para bien como para mal. Pero realmente, nos afectan más cuando son negativos y siempre aprendemos algo aunque sea de la manera más dura.
Un beso.
Hola Carmen. Creo que no nos podemos preparar al detalle para todo lo que pueda pasar, no viviriamos tranquilos, solo podemos aspirar a que cuando pasen cosas de ese tipo, estar a la altura de las circunstancias
Abrazo
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