Érase una vez una niña que se llamaba Cristina, a la que
no le gustaba nada; pero nada jugar con los demás niños. Se encerraba en su
habitación y solo jugaba con la Playstation. Sus padres lo intentaban; pero no
podían con ella, hasta que un día se la escondieron y aunque lloró y pataleó
mucho, no le dijeron donde estaba. El primer día hasta se negó a comer; pero el
segundo salió de la habitación, y se quedó pasmada cuando vio a sus padres
jugando al parchís, y les preguntó:
--¿Qué hacéis?
Y ellos le contestaron:
--Estamos jugando al parchís.
--¿Al parchís? Dijo la niña. Eso
es muy antiguo, que tontería.
Los padres mirándola fijamente le
dijeron.
--Puede ser; pero nos divertimos.
Ella no respondió
Al día siguiente los volvió a ver
jugando al dominó y les preguntó lo mismo; aunque esta vez con más curiosidad.
Entonces se sentó con ellos, le explicaron las reglas y se puso a jugar, y lo
bueno de todo es que le gustó. Y así todos los días, y, ¿sabéis qué? No se
acordó de la Play para nada.
En el colegio empezó a acercarse
a sus compañeros y a interesarse por sus juegos, vio que se lo pasaba bien, y
poco a poco se fue abriendo a todos, incluso comenzó a tener amigas con las
quedaba para jugar. Así, casi sin darse
cuenta percibió que no era tan malo eso de jugar con los demás niños, y aunque
alguna vez se acordaba de la Play, nunca más se obsesionó por ella, porque
donde estén las buenas amigas, que se quiten esas máquinas.
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24 comentarios:
Pero también se pueden compartir entre amigos, no necesariamente implica aislarse del mundo.
Así que disiento un poco con el mensaje de tu relato.
Saludos.
Mas de un padre debería de hacer lo mismo con sus hijos, viven aislados con sus teléfonos y juegos a través de ello y no comparten juegos con los demás se aíslan en un mundo que no les beneficia.
Un cálido abrazo
Se puede jugar al dominó y a la play, con los padres y con los amigos. Un abrazo
Esos padres consiguieron, que la niña viera que hay mas vida, no todo se reduce a mas diferentes mauitas, tengan el nombre que se quiera
un abrazo
Que buena lección de esos padres a su hija , así con cariño y perseverancia cuanto más se consigue de los hijos , me ha gustado mucho .
Feliz semana un fuerte abrazo.
Nunca he creído en la satanización de la tecnología y los juegos virtuales; sí en la facilidad de echarle la culpa a la tecnología por dramas mayores en la vida de los niños y jóvenes que llegan a manifestar de esa forma, a falta de una mejor forma de expresarse.
¡Un abrazo!
Realmente siento pena porque los niños no hayan conocido nuestra infancia con juegod creativos u originales, y ahora sepan solo de los juegos tecnologicos.
Un beso.
Bien venida sea la tecnología, si nos ayuda a vivir mejor, pero lo que hay que fomentar en los niños es el uso de la imaginación y la creatividad.
Yo tuve pocos juguetes de niño, pero le sacaba mucho provecho a las cajas de zapatos vacías.
Saludos.
Todo en exceso es malo, pero creo que jugar a videojuegos puede conpaginarse con otras actividades. Y es verdad más padres deberían preocuparse por que sus hijos descubran diferentes actividades.
Un saludo.
Gracias Demiurgo, es verdad que se pueden compaginar las dos cosas, pero hay casos que no lo hacen.
Gracias María, Ester, Pikxi, Juan L, Roxana, Campirela y Ma Jesús. Los excesos siempre son malos.
Un abrazo
Me parece un buen sistema para acabar con el aislamiento de los niños, lastima que muchos adultos utilizan las nuevas tecnologías a modo de guardería de ahí vienen los enganches. Yo hace años jugaba con mi hijo a la Play y ahora juego a veces con mis nietos, peo también juego al parchís, a las damas y a todo lo que ponga, lo importante es compartir tiempo con ellos y que estén solos cuando realmente les apetece. Gracias por tu aportación juevera, muy buena reflexión. Besos.
Una buena moraleja la de tu cuento! Creo que todo es bueno en su justa medida...a mí me hubiera encantado que en mi época hubiera habido los juegos que hay hoy en día.
Un beso
Se trata de compartir e interactuar con los amigos, nunca una máquina puede sustituir el calor humano.
Besos
No creo en las imposiciones forzadas pero de alguna manera es bueno mostrarles otras opciones de juegos menos tecnológicas. al fin de cuentas el objetivo del juego es -o debería ser- aprender a interactuar con los demás.
Un abrazo
Una entrada muy ejemplarizante, que deberian de leer, tantos y tantos niños, que pasan su vida encerrados en su habitación, con sus maquinitas, pero como no molestan, los padres se lo van permitiendo para su desgracia. Muy buena aportación Carmen. Abrazos
Gracias Molí, Montserrat,Neo, Rosa y Charo. Todo en su justa medida. Es bueno volver de vez en cuando a lo tradicional para darse cuenta lo bien que se está jugando con la imaginación.
Un abrazo
Un relato-cuento con un final feliz. Los padres deben ser muy astutos e imaginativos para sacar a los chicos del mundo virtual. Muy creativo, Carmen.
Beso
Creo que todo lo que sea obsesivo es malo. Lo importante es aprender, usar la imaginación y crecer como buenas personas. La tecnología y los juegos con pantallas no son malos, lo malo es el mal uso y el abuso.
Un beso.
En mi opinión tu relato es para que los padres se apliquen el cuento. Me parece que tienes un blog muy interesante. He pasado a conocerte. Creo que no hemos estado nunca en contacto. A mi me gustaría estar al tanto de lo que vayas publicando. Si me lo autorizas, volveré a copiar tu link. Saludos cordiales. Franziska
Estoy en "El canto del raitán". Es el último blog que he abierto. Saludos cordiales. Franziska
Esos son los niños que estamos criando hoy y de eso tenemos la responsabilidad los mayores.
Los juegos de los niños es un reflejo de la sociedad que crean los padres. Muchas veces somos nosotros los que permitimos que vean demasiada tele, quien les regalamos juguetes electrónicos para jugar solos, nosotros los que no tenemos tiempo para jugar con ellos, nosotros los que tenemos sus juegos con otros niños en los parques, en casa de otros padres o en la nuestra.
Un saludo.
Tememos
Realmente un tema que me toca muy de cerca. Es un dilema para mí hacer ver a mi hijo que hay mundo aparte de la tecnología. Pero... ¿cómo se puede realmente valorar algo tan nuevo? Cuando ya es un miniadolescente son difíciles las alternativas. Muchas veces me siento tan culpable de no saber acertar.
Gracias.
Maribel
Me gusta, si muy bonito.
Besos Cuentistas.
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