El trabajo le fastidiaba, lo
único que le salvaba eran los amigos, cuando acababan la jornada se iban de
cañas al bar de la esquina, una buena cervecita y una tapita para acompañar. De
esa manera se olvidaba de aquel jefe
malcarado que le hacía la vida imposible, los problemas se quedaban en el
trabajo y solamente pensaba en divertirse y charlar un poco.
Aquel día fue más duro que de
costumbre, se quedó más allá de su hora por terminar una faena. Aquel tipo era
implacable, no podía rechistar, el
despido ondeaba muy cerca. Cuando llegó al bar de siempre, sus amigos habían
desaparecido; pero aquel individuo no le
aguaría la fiesta, tomaría su cañita y marcharía. Allí estaba tan tranquilo
degustando esa delicia, ese sabor entre amargo y tostado que le refrescaba la
garganta y le hacía sentir un enorme placer; aunque lo malo era, que cuanto más
bebía más ganas tenía de seguir, aquello se convertía poco a poco en algo, que
iba más allá de el simple protocolo de cada tarde, como una simple excusa para
encontrarse con los amigos. Hoy se encontraba allí solo, nada más con aquella
caña que era la única verdad, ella no le engañaba y le ayudaba a olvidar esa mierda de trabajo,
que se resumía en una gran mentira.
-
Ramírez es usted una mala persona, no haré lo que me pide
me oye- dijo chillando
-
Claro, tú sólo piensas en beber.
Alberto no pudo más , le dio un
puñetazo en toda la nariz y se marchó dando un portazo, nunca más regresaría,
sin embargo esas últimas palabras que le dolieron tanto, le hizo preguntarse, ¿Por qué?
MÁS CERVECITAS DONDE EL BRASERO
18 comentarios:
¿Quien fue quien le dijo que solo pensaba en beber? ¿Quien fue el golpeado?
¿no sería borrachera violenta? ¡je!
La bebida tiene esos riesgos. Abrazos
Fue el jefe Demiurgo, pensé que quedaba claro. Todo a su justa medida.
Gracias Demiurgo, Lao y Ester
Un abrazo
No existe mayor desgracia que la ignorancia manifiesta fuera del periodo infantil. Besos.
Suele pasar, la presion,las obligaciones, el tipo no aguanto mas...
La pérdida del aspecto lúdico de la bebida y la aparición de las cadenas. He visto gente caer y es muy triste.
Un beso
La pérdida del aspecto lúdico de la bebida y la aparición de las cadenas. He visto gente caer y es muy triste.
Un beso
Hay muchos casos de esos en la realidad de cada día.
Gracias Emejota, Susana,Valf y Tracy.La verdad es que a veces las responsabilidades vienen grandes.
Un abrazo
El alcohol no suele ser una buena salida!
=)
Imagino que la bebida lo ayudó a deshinibirse y largar por fin, toda esa rabia acumulada, y allá la lanzó, directo a la nariz de su jefe -quien por cierto, poca cuenta se daba de lo irritante que podría ser para su empleado. Cosas que pasan, y el valor para expresar ciertas cosas, no siempre lo podemos sacar de nuestras propias entrañas.
Besos!
Gaby*
(por cierto, me encantó el álbum con tus pinturas, hace tiempo que quiero armar uno para el blog con algunas de las mías, pero no sé como hacerlo, el slide que tenía ya no existe más)
La bebida en exceso casi nunca es buena compañera. La osadía es fruto de la bebida, no de una actitud interior.
Un abrazo.
Cuando la bebida deja de ser un placer compartido con los amigos para convertirse en el filo de la navaja que corta amistades. Mal camino.
Un beso
La verdad que me molesta la gente abusiva y que por tener un cargo superior destratan a los demás, así que ese pobre empleado no necesitó más que el coraje que la bebida le dio para manifestarse del modo que pudo.
Te dejo un beso y te cuento que te he dejado un premio en mi blog.
De la tomar una copa a no dejar de tomar va el techo que cada cual desee, tu protagonista saltó la linea algo realmente peligroso. Buen micro Carmen.
Un abrazo.
Gracias Neo, Pepe, Gaby,Rosa Loquita(ahora voy)y San. Como decis, el abuso es lo peor que hay, y en el alcohol más.
Un abrazo a todos y todas
Un abrazo
Gracias Neo, Pepe, Gaby,Rosa Loquita(ahora voy)y San. Como decis, el abuso es lo peor que hay, y en el alcohol más.
Un abrazo a todos y todas
Un abrazo
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