De las propuestas de Demiurgo he escogido esta:
2) “Hacer de la propia imagen en el espejo un tema para un cuento”.
Laura llevaba unos días con un gran dolor de cabeza, no había nada que se
lo quitara. No tenía hambre, solo quería permanecer con la luz apagada. No podría
resistir mucho tiempo así. Se despertó sobresaltada en la noche, y tuvo la
necesidad de mirarse en el espejo del armario. Su cara le asustó, grandes
ojeras surcaban su faz y aquel reflejo le miraba con una expresión malvada. De
pronto, su imagen le habló, sí, no podía ser; pero ella lo estaba viendo, su
otro yo le hablaba:
--¿Qué haces allí parada? Venga muévete. Tu marido se está viendo con otra
y tú ahí lamentándote por un simple dolor de cabeza. Lo debes matar, ilusa,
crédula, sino lo haces se irá con ella.
Laura le contesta:
--Mientes.
--Tú misma-- contestó irónico aquel reflejo macabro.
Entonces Laura cerró la puerta y regresó a la cama. Era verdad estaba sola,
Carlos no había venido a dormir.
A la mañana siguiente se encontraba mejor; pero las
palabras de aquel reflejo le martilleaban sin parar. Su madre siempre se lo
decía: Este hombre no es para ti, acabará engañándote.
Su marido llegaba sobre las siete de
la tarde. Lo esperó, tenía que hablar con el.
Al entrar lo primero que le dijo fue:
--Te estaba esperando. Ayer no viniste a dormir.
--¿Cómo? Claro que vine; pero pensé que era mejor que durmiera en el otro
dormitorio; te acostaste muy temprano por tu dolor de cabeza y no te quise
molestar.
Otras veces le hubiera creído; sin embargo esta no.
--No mientas, contestó sobresaltada. Se que te ves con tu amante.
--Pero, ¿Qué dices?- dijo incrédulo Carlos.
La cara de Laura cambió, aquella expresión no era este mundo. Sin
pensárselo, agarró un cuchillo, y con una fuerza sobrehumana hirió a Carlos,
que asustado la cogió como pudo y le hizo tirar el arma. No era Laura, aquel
reflejo hablaba por su boca.
--Ella me lo dijo y es verdad, te mataré.
--Ella, ¿Quién es ella? ¡Estás loca! –gritó espantado Carlos
Carlos intentó huir; pero no pudo, ella recogió el cuchillo, se lo lanzó a
la espalda y consiguió acabar con él. Después se dirigió a la habitación, abrió
el armario, y su reflejo con una sonrisa irónica le dijo:
--Has hecho bien, él no era para ti, siempre te lo dije. Ahora, nos
quedaremos juntas tú y yo para siempre.
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21 comentarios:
Hola Carmen: Este relato que has escrito hoy, no parece que lo hayas escrito tú. Tan dulce tan modosita y sumisa. Pero está tan bien contado que me ha gustado mucho, Una
historia de terror muy original. Besos.
Mira, me ha dado por cambiar de tercio. El tema daba para ello.
Un petó
Vaya vaya...por eso es que yo no me confío para nada en el espejo...Sobre todo, cuando se le da por mentir y me hace ver como alguien mayor de lo que me siento jejejejeje...Muy buena entrada...besitos..
Es la sombra de una enfermedad. Muy bien relatado. Un abrazo.
Gracias Diva y Maribel. La cabeza nos puede jugar malas pasadas.
Un abrazo
Muy buen relato que atrapa desde el inicio. Macabra situación de alguien atrapado en su propia locura.
Un abrazo
La locura lleva a ese desdoblamiento en el que el espejo es parte importante.
Gracias Neo yTracy. Esa locura puede tener graves consecuencias, como la protagonista.
Un abrazo
Ya desde Blancanieves, y tal vez desde antes, se sabe la inconveniencia de escuchar a esos espejos.
La perspectiva es sombría, la soledad de esa mujer, acompañada por esa doble alucinatoria.
Bien escrito.
Gracias Demiurgo. La locura puede llegar hasta niveles insospechados y no se sabe cuando puede estallar.
Un abrazo
Me gustó mucho tu relato… de terror.
Un beso.
Gracias Alma.
Un abrazo
Pues si, me has hecho poner los pelos de punta, que macabro su otro yo! Parece un desdoblamiento de locura, y es que los espejos no siempre dicen la verdad. Muy buen escrito, besos.
Pues si, me has hecho poner los pelos de punta, que macabro su otro yo! Parece un desdoblamiento de locura, y es que los espejos no siempre dicen la verdad. Muy buen escrito, besos.
Pues si, me has hecho poner los pelos de punta, que macabro su otro yo! Parece un desdoblamiento de locura, y es que los espejos no siempre dicen la verdad. Muy buen escrito, besos.
Y es por esto que uno no se debe fiar ni del reflejo. Me ha encantado el relato <3
¡Un abrazo!
Bye!
Como decimos en Canarias, ñosss... No cabe duda de que hay un desdoble de personalidad tirando a la esquizofrenia. La imagen del espejo da mucho de sí. Un abrazo. Pablo.
Ay Dios! que miedo que da la locura, es tan imprevista, aparece en cualquiera.
Gran relato Carmen donde el espejo es sin duda el punto de partida de una historia que seguro no acabo con la primera muerte.
Abrazo fuerte
Algunos espejos es que no conocen su función que consiste simplemente en reflejar la realidad. Se toman atribuciones indebidas y nos hacen cometer disparates como el que nos relatas. Por eso yo me miro en el baño cuando están empañados de vapor.
Un abrazo.
Inquietante relato pero no lejos del realismo. A veces, nos taladran con ideas que acaban por apropiarse de nuestra realidad. Tal vez, cuatro ojos vean más que dos pero, también es cierto que, al final, la locura puede acabar sacando un "otro yo" y gana.
Un beso muy grande.
Dan escalofríos nada más de pensarlo.
Petonets!!
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