Lo que antes me viene a la mente, eran aquellas natillas que preparaba mi
madre con galletas maría. La verdad es que al recordar su olo,r me sumerjo en
gratos recuerdos de una niñez más que lejana; pero que me hace recordar los
juegos en la calle, si, en la calle, porque antes se jugaba sin ningún peligro
de que te pudiera atropellar un coche. No sé si aquello era mejor o peor que
ahora; pero lo que está claro, es que con los móviles y las nuevas tecnologías
se ha perdido el juego por completo. Un niño se hace mayor demasiado pronto, y
antes disfrutábamos más de nuestra infancia.
Mi madre ponía en unos cuencos de vidrio cada San José aquellas natillas
preparadas al baño maría, con ese sabor a vainilla tan bueno, que al mezclarse
con la galleta maría se convertía en más espectacular. También me acuerdo que
vendían como unas esencias de licores que al mezclarlos con agua y un poco de azucar
se convertían en unas cremas de café o cremas o de cacao buenísimas. Me gustaba
ver a mi madre como disfrutaba preparándolos. Yo, por desgracia se poco
cocinar, y ahora se va más de restaurante y se come poco en casa; pero siempre
llevaré en mi corazón aquellos olores y sabores que me acompañaron en mi
infancia, es algo que no se olvida nunca.
MÁS OLORES Y SABORES EN CASA DE LEONOR
13 comentarios:
Los olores son recuerdos eternos, y los de la cocina placeres memorables, por san José mi madre hacía crema pastelera le ponía azúcar y con un hierro la quemaba. Saltos y brincos
Ya sabía que este jueves iba a disfrutar y ese aroma a vainilla de las natillas de tu madre ya me tiene cautivado. Mi madre también hacía unas natillas riquísimas y, es verdad, creo que se disfrutaban más antes, cuando las tomábamos tras llegar de la calle con las rodillas peladas por alguna caída que ahora, cuando los niños están tan sobreprotegidos.
Un abrazo, amiga.
Muy buenas esas natillas y lindos recuerdos. Mi abuela también las hacía y sobre cada galleta ponía un chorro de merengue con un poco de canela.
Un abrazo Carmen.
Mmmm qué ricas esas natillas qué buenas sabían antes sobre todo con el cariño puesto de nuestras madres sabían mucho mejor.
Un beso.
Mmmm qué ricas esas natillas qué buenas sabían antes sobre todo con el cariño puesto de nuestras madres sabían mucho mejor.
Un beso.
Las natillas y los flanes, hechos con Flan Chino El Mandarín y azúcar quemada en el fondo.
A propósito de esto recuerdo una anécdota escuchada por mí en una casa de comidas de la época-decir restaurante sería excesivo-.
Al recitarle el camarero la exigua lista de postres, el comensal preguntó:
.- El flan es de huevo.
A lo que el camarero ofendido respondió:
.-No señor. Es Flan Chino El Mandarín.
Saludos.
Los olores y los sabores son el hilo conductor que nos lleva hasta nuestras primeras vivencias que no se olvidarán jamás.
Gracias Ester, Leonor, María, Juan L ( muy bueno, como no acordarse del flan chino Mandarín) y Tracy. Esos olores nunca se olvidan, forman parte de nuestra niñez.
Un abrazo
¡Ay ese almacén de recuerdos que vamos saboreando conforme pasan los años por nuestra cocina, sabor de esas madres con el corazón de natillas!
Un beso
Esos olores y sabores alimentan siempre, aún mucho después de haber "comido".
Un beso.
Que dulzura de relato, Carmen. Esas añoranzas de cocina de las madres en nuestra infancia, son imborrables. Debieron quedar riquísimas.
Beso
Esos recuerdos de sabores y aromas tan especiales son tesoros que siempre llevaremos con nosotros, afortunadamente.
=)
Un abrazo
buenas tardes Carmen. Yo también recuerdo con inmensa añoranza, los sabores de la infancia que dejan una huella inborrable, en nuestra memòria olfativa. También mi madre nos hacia las natillas, con galletas Maria. Y estaban de miedo. Un abrazo amiga.
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