-Papa, ¿Qué me has traído?
-Este juego de construcciones, como me dijiste la última
vez cuando se me ocurrió regalarte una muñeca.
-Ya sabes que no me gustan las muñecas, no hacen nada.
Esto le decía yo a mi pobre padre cuando venía de los
viajes de trabajo que realizaba por España, construyendo aquellos hornos de
pan, a unas temperaturas altísimas con las que tenía que trabajar sin casi
protección. Siempre me traía alguna cosa, y yo, me ponía muy contenta.
Cogía aquellas piezas y comenzaba a realizar construcciones
que salían de mi imaginación: Pájaros, coches y cosas sin nombre; pero eran mis
cosas y me sentía bien construyéndolas.
Al ser hija única, siempre he echado de menos tener
hermanos, jugar con ellos, contarles mis sueños, mis miedos, en definitiva,
compartir; sin embargo no fue así, jugaba sola y me las apañaba como podía.
De todas maneras, por entonces siempre estaba la calle. Allí
si que me divertía con los amigos, jugábamos mucho y desde luego no existían los
peligros que hay ahora. Saltar a la cuerda era divertido; aunque para mi era mucho más golpear aquellos cromos tan
bonitos con las manos huecas para darles la vuelta, deseando ganarle a la amiga
aquellos que tú no tenías, y cuando lo
lograbas, tu mirada se convertía en puro entusiasmo.
La infancia, gratos recuerdos que nunca se olvidan.
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15 comentarios:
Gratos recuerdos, sin duda.
Saludos.
Desde luego que la calle era otro juguete a tener en cuenta , en ella creo que much@s hemos compartido nuestra infancia , yo me sumo a ella .. muy emotivo relato .
Un abrazo y feliz noche .
Desde luego que son gratos, la niñez siempre es estupenda. Un abrazo
Anda, yo también fui hijo único. Luego, cuando tenía 15 años llegó mi hermana, pero eso no cuenta a efectos de juegos.Lo de las construcciones también me gustaba (y me gusta).
Besos, amiga.
Un relato muy tierno y emotivo. Bonitos recuerdos que has compartido.
¡Un abrazo!
Eran unos juegos en los q la imaginación volaba libre. Yo lo de los cromos es q lo viví.
Besos
Eran unos juegos en los q la imaginación volaba libre. Yo lo de los cromos es q lo viví.
Besos
Hola, Carmen.
Las añoranzas de la niñez son invaluables, y tu relato es encantador y tierno,. Una época de tu vida que recordarás con mucho amor para siempre.
Abrazo
Nunca jugue con construcciones, no se ni si llegaban a mi pequeño pueblo, pero seguro que me hubieran gustado. Pero como jugar en la calle....eso era lo mejor. Evocador y lindo relato. Besos.
Mantener esos recuerdos vivos es una estrategia para mantenernos en "danza" jeje Se hace lo que se puede...
Un abrazo!
Gracias Demiurgo, Chelo, Neo, Moly, Yessy, Roxana, Juan Carlos, Ester y Campirela. Desde luego, son recuerdos que nunca se olvidan, la infancia marca mucho.
Un abrazo
Bellos recuerdos
En casa fuimos tres mujeres, las dos mayores eran con un año de diferencia, mi madre quiso que crecieran unidas y ambas entraron al mismo tiempo a la escuela, misma aula, amigos y juegos, yo fui la más pequeña y por lo mismo prácticamente crecí sola, no recordaba mi infancia hasta ahora que te he leído y me vino a la mente que no jugaba con muñecas, lo hacía con cochecitos y cosas para construir.
Un beso, Carmen
La calle era un placer infantil, infinitas posibilidades de felicidad... Jugar con las figuritas era uno de esos placeres míos... Y andar en bicicleta 🚲 y jugar al fútbol ⚽...
En fin, tantas cosas... Saludos...
Estoy contigo en que los juegos de construcción son de los que más hacen volar la imaginación...a nuestro hijo le encantan los LEGO y con eso construye de todo...además como dices ahora que en la calle no es como antes...
Besos y abrazos
Hola; es cierto que hay juguetes que te hacen sentir solo, pero bueno, también te obligan a compartir en cierta manera. Un abrazo. Pablo.
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