ESTE JUEVES...RELATO

                                                    ¡MÚSICA, MAESTRO!

Laura solo quería dormir, olvidarse de las preocupaciones, escuchar música clásica, le transportaba a un lugar mágico donde todo es posible, donde las cosas no son puras quimeras. Sonaba la flauta mágica, y ella no pensaba en nada más, se dejaba envolver por los sonidos  alegres  que se introducían en sus pabellones auditivos, y entonces soñaba, si, soñaba con ese mundo ideal que  tanto anhelaba, con ese mundo en el que las preocupaciones languidecían. Allí, en ese mundo no sufría, no pensaba, ni tenía ansiedad por la amargura que respiraba su corazón, No hacía falta afrontar esos momentos duros, todo era alegre, positivo, lleno de vida. La realidad era bien distinta, nada merecía la pena, y lo peor, nadie merecía la pena. Sus amigas le sugerían que fuera al sicólogo, para ellas no era normal que siempre se encerrara en casa escuchando música, sin contestar el teléfono, sin recibir visitas, no, no era normal; pero Laura no necesitaba nada más, solo que la dejaran en paz con su música.

La puerta se abrió de un golpe seco, silencio absoluto, en el sofá yacía Laura con la cara sonriente y sus auriculares puestos. Murió feliz.

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