ESTE JUEVES UN RELATO

               HABLEMOS DE NOSOTROS

 

Ser juevero es un sentimiento, y una adicción porque no decirlo. Cuando participas, se crea un vínculo entre tú y los demás que es muy difícil de romper, y si alguna semana por circunstancia diversas, no estás ahí, lo echas de menos, y en la siguiente eres la primera en publicar.

Ser juevero te hace ser creativa, y madurar una idea durante toda una semana, corrigiendo todas las veces que sean necesarias hasta quedar contenta con el resultado,

A los que nos gusta escribir, pensar que cada jueves has de  desarrollar un tema, te hace estrujar las neuronas e intentar dar lo mejor de ti mismo; y sobre todo,  probar todos los géneros, negro, humor, drama, tragicomedia y comedia; nos atrevemos con todo. A veces sale bien y otras no tanto; sin embargo está claro que leernos unos a otros nos enriquece y nos hace mejorar.

Yo siempre intento poner sentimiento en lo que escribo, que no sea mera floritura, que mi alma se desnude cada vez que voy desgranando un relato sobre la hoja en blanco, por supuesto también intento que esos sentimientos se vean certificados por una buena gramática, con sus pausas y sus enlazados, cada vez que sean necesarios. No siempre lo consigo; pero no hay nada más importante que aprender de los propios errores. No siento pánico escénico ante la hoja en blanco, como se que a otras personas les pasa y como se que a mi misma me sucede cuando me dispongo a pintar sobre el lienzo blanco. Aquí las sensaciones son diferentes, los colores, la pincelada, el sentimiento, a veces no están acordes y el cuadro no sale como te esperabas, te atascas y no puedes continuar; sin embargo en otras ocasiones todo está de tu parte, las musas, la técnica, y tus mismas sensaciones son otras. En un relato hay veces que sientes que lo tienes en la cabeza y lo único que has de hacer es soltarlo tal y como te viene; y queda perfecto o casi perfecto; pero hay otras que lo intentas y lo intentas; pero lo has de corregir  una y mil veces y aun así no queda como te gustaría, y aunque soy una persona que se desanima con facilidad, también he de decir que a los pocos días resurjo de mis cenizas como el ave fénix, y me pongo en marcha otra vez. En  este mundo es muy importante no rendirse  y disfrutar escribiendo.

Este fin de semana hemos tenido la suerte de encontrarnos   y estoy segura que el vínculo se ha estrechado, porque si a esa persona que cada semana vas leyendo le pones cara, ya no la vuelves a ver igual, ni tampoco sus escritos, a los que por fin añadirás, mucho cariño.

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