Hasta los cinco años viví en un barrio de Badalona en una casita baja muy
pequeña, que junto a otras cuatro formaban un círculo cuyo centro del mismo estaba ocupado por un patio con un pozo en medio, de donde
sacábamos el agua. Éramos como una familia, de eso me acuerdo, y se podían
pedir favores unos a otros, incluso a veces se hacían pequeñas fiestas con los
niños como protagonistas. Me acuerdo de la libertad que sentía en ese barrio,
salías a la calle y no había peligro de ninguna clase. Pero como la casa era
tan pequeña ,nos mudamos a Santa Coloma de Gramenet a un piso, aquí la cosa
cambió, coches y peligro, si, nos dejaban salir a la calle; aunque con cuidado,
no era lo mismo; pero la superpoblación de esta ciudad no había hecho nada más
que comenzar. Por entonces pocas calles estaban asfaltadas, y la mía era de las
que no estaban, por eso cuando llegaba San Juan se hacían tres esplendidas hogueras
que daban una gran vida a ese día tan especial. Recuerdo que uno de los
primeros edificios que se construyó enfrente del mío lo hicieron con unas
baldositas de colores muy pequeñas, nos volvíamos locos acercándonos a la obra
para coger de todos los colores y hacer colección. Ese fue el primero, después
vinieron muchos más. También recuerdo las colas tan tremendas que se formaban
en la vaquería para esperar la leche recién ordeñada de las vacas, con una
espuma que era lo que más nos gustaba, y aquellas cremas de cacao que hacía mi
madre cuando llegaba la navidad, aun recuerdo su olor, y las natillas con galletas
maría tan buenas. Recuerdos imborrables que me han ayudado a crecer como
persona.
Más sueños y pensamientos en casa de Mº JOSÉ
23 comentarios:
Yo también recuerdo las natillas con galletas María y el cambio de casa también me es familiar, solo que el mío fua al contrario de un piso pequeño en una calle estrecha de Madrid dónde no podíamos jugar en la calle a un piso grande en una urbanización de lo que entonces era un pueblo pequeño a las afueras de Madrid.
Qué tiempos y qué bonitos recuerdos!
Un beso
Muy bonitos recuerdos. Antes las calle era más segura, y los niños jugaban sin temer nada. Las madres estaban tranquilas mientras preparaban esas galletas María que muchos de nosotros comimos y que seguimos comiendo, siguen de moda.
BESOS.
Qué bien hace conservar con nitidez recuerdos tan gratos y entrañables!...es una suerte. Uno logra trasladarse con lucidez hasta ese pasado amado que busca preservar.
Un abrazo
La infancia nunca se va: permanece en el recuerdo,prara hacerse presente cuando quiere.
También me gustaron mucho estos recuerdos, que en parte tienen mucho en común con los personales. No crecí en un barrio sino en el mismo lugar donde ahora vivo, el campo, pero otro concepto de campo, de casa y de vida, diferente a la de ahora.
Un saludo
Un buen recuerdo con aromas, de esos que vuelven siempre y nos dicen de donde venimos. Es cierto que la seguridad de jugar en la calle a cambiado, pero es bueno tener presente porque si se pudo una vez, quiere decir que puede volver.
Un abrazo.
Algo bueno teníamos que tener antes. Esos olores, parece mentira, lo que nos influyen,más que la vista si cabe.
Gracias Teresa, Ana, Neo,Mº Jesús, Eslleviana y Cecy.
Un abrazo
Recuerdos compuestos por olores y sabores... parece que la infancia nos impregna de una manera imborrable. Me he visto jugando como niña en una casa destruida en la guerra, al lado de la nuestra, siempre con el peligro del derrumbe total. Gracias por despertar unas imágenes que ya creía olvidadas.
Un abrazo
Sin duda, la niñez sabe a recuerdo... recuerdo imborrable (me ha pasado lo mismo, tratando de evocar algo espontáneamente, se me vino a la mente un aroma que me retrotrajo en el tiempo). Tu relato huele, sabe, tiene movimiento y color propio, son instancias que renacen a través de tus palabras.
Un gusto, acompañarte de algún modo, por aquellas callecitas de tu infancia.
Besos al vuelo:
Gaby*
Aquellos barrios como el Guinardó donde crecí, eran como pueblos, casitas con jardín detrás, jugar en la calle, me acuerdo Carme y tú me refrescas la memoria, Badalona con la mar cerca, un lugar maravilloso entonces y aún ahora.
Ayyy, cómo cambia la vida y los lugares, es ley de vida, nos adaptamos, pero no olvidamos. En definitiva, todo cambia nada permanece inmóvil, menos los recuerdos de la infancia, valiosos.
Petons molts amb ganes de veure't i al teu marit, no serà a Andorra que som a Galicia, però serà aviat a Barna, segur.
lindos hermosos recuerdos que atesoraras para siempre
Vivencias de la infancia que son las más pregnantes para nuestro desarrollo. Somos lo que fuimos y en tu caso, porque te conozco, todos ellos te hicieron lo buena persona que eres.
Un beso y gracias por compartir
Guapa, qué buenos recuerdos y ¡qué bien narrados! Un abrazo
Gracias Dorotea, la infancia tiene algo especial.
Gracias G a b y. Las olores y los sabores, q¿quien no se acuerda de ellos al rememorar la infancia?
Gracias Natalia, bueno yo no estaba cerca del mar; pero por aquella época había muchos campos en aquella zona, momentos inolvidables. Me apunto para vernos pronto en Barna.
Gracias María.
Gracias Mª Josdé, en la infancia está la semilla y parte del arbol que seremos de mayores, siempre he intentado ser hornrada conmigo misma y los demás.
Gracias Mar, me alegro mucho verte por aquí.
Gracias marta, tienes razón la infancia, te diría que es casi todo en la vida.
Un abrazo y besos a todos y todas.
Como se extraña hoy eso de jugar en la calle! Por aqui es imposible ya.
Los recuerdos de la niñez son imborrables, un lugar al que podemos volver cada vez que lo necesitamos.
Me encantaron los tuyos
un beso
Bonita estampas de un tiempo con ese perfume a eterno y hermoso.
Lo dice otro catalán: CREO QUE ENTONCES YO ERA FELÍZ...
Placer pasearme por esa calle de tu infancia.
Besos jueverísimos!
Hermosos recuerdos!!! Pude ver todo lo que contás a traves de tus palabras, me encantó!!!
Un abrazo :)
Algunos de tus recuerdos me suenan...mi salto fue de Madrid a Sevilla, y tengo tantos recuerdos como "traviesa" era, imagínate, un horror por lo visto... Me encantan las galletas María, ahora las doran mucho (y no son cosa del progreso) antes sabían mejor ¿porqué será?...
Entrañable y evocador, Carmen
Besos!!!
Gracias Any, Cass, Sindel y Matices, estas vivencias no se olvidan jamás, quedan muy pero que muy adentro.
Un abrazo
Recuerdos de una infancia feliz y libre, hoy todo a cambiado mucho, aunque la esencia sigue ahí.
Un beso Carmen.
somos nuestro pasado, de esa manera podemos enfrentarnos a nuestro futuro. Las vivencias de tu niñez son hermosas de por si, pero además entrañables por que son reales y tuyas.
Traes historia de la de verdad, la que vivimos. Un recuerdo al que me apunto, la lechería. En mi barrio era de un gallego del Celta .. vendía leche y huevos a granel, además de pan y productos envasados.
Bellos recuerdos, besos, amiga.
hace unos años conoi una chica de badalona: Cuando visite Barcelona hace un año pase por alli.. yo tambien vivo en un "pueblo" aca lo llamamos barrio cerca de la ciudad pero no tan centrico y los recuerdos que me trae son magicos... todo es distinto...
me gusto leerte. Te dejo un beso grande, saludos desde argentina
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