Después de aquella decisión tan difícil que tomé,
desaparecí durante mucho tiempo de la ciudad. No podía ni quería quedarme, era
demasiado doloroso. Cambié de vida, cambié de tierra y me olvidé de todo lo que
hacía referencia a Oscar. Nuestra separación no fue que digamos muy tranquila,
nos echamos en cara tantas cosas, que ahora cuando lo miro fríamente, quizás
los dos tuvimos parte de culpa. Yo por haberme acomodado demasiado a aquel
matrimonio, pensaba que era para toda la
vida y que esa relación rodaría por ella sola, sin mover un dedo, él porque muy
pronto empezó a aburrirse y nunca hizo
nada por mantener la llama encendida, buscando fuera esa diversión que yo no le
daba. Nunca actuamos como una verdadera pareja, éramos demasiado egoístas.
No había regresado ni una vez en dos años, ni por mis padres; pero esta vez
creí que ya iba siendo hora de cerrar viejas heridas. No busqué el reencuentro;
pero se produjo, y se produjo en el parque donde nos vimos la primera vez.
Entonces me di cuenta que el dolor ya no existía, dando paso a una
aceptación sin rencores. Él ya tenía una hija y vivía felizmente con su nueva
pareja, y cuando me lo contaba, me alegraba, quizás no estábamos preparados
para una relación estable y sucedió lo inevitable. Si, ahora lo comprendía,
necesitaba dar ese paso para darme cuenta que esa etapa de mi vida acabó, y
ahora, no sabía cómo sería la siguiente; pero seguro que distinta, quedándome claro, que una relación no funciona por si
sola, sino que los dos miembros de la pareja hemos de luchar por mantener
viva la llama del amor.
MÁS REENCUENTROS Y DESENCUENTROS EN CASA DE JUAN CARLOS
20 comentarios:
Impecable relato, mi querida Carmen. Placer leerte.
un fuerte abrazo jueverísimo.
El las películas nunca cuentan mucho que cuesta tener una relación. El fueron felices y comieron perdices no siempre pasa. Aveces hay que dejar el pasado atras y avanzar.
Un saludo.
Una historia viva y muy actual. y lo mejor es que esta muy bien escrita. Buena entrada, amiga Carmen. Besos y abrazos
Gracias Bibi, Pikxi y Montserrat. A veces el egoísmo no nos deja ver más allá.
Un abrazo
Queda ese ambiente del rencuentro, con su parte de encuentro, su parte de desencuentro, cuando ya la remontada no es posible porque, efectivamente, ambos dejaron morir una relación y otra nueva nació, para él.
Comparto tu reflexión.
Besos, amiga.
Me parece interesante el punto de vista que le has dado, un reencuentro que cierra cicatrices, que marca un punto final. Ahora ella ya sabe que son dos los que mantiene una relación viva. Abrazos
Gracias Juan Carlos y Ester. Tenéis razón, es un encuentro, desencuentro, que al final sirve para encontrar un punto de inflexión y empezar una nueva etapa.
Un abrazo
Cada vez las parejas se estan disolviendo mas rapido...pero es bueno observar, que muchas vecmes las relaciones que no funcionan unidas son mejores por separado...en mi caso, mi ex esposo es amiguisimo de mi esposo y los tres podemos compartir días festivos...cumpleaños..nacimientos de nietos...Cuando algo no funciona, es mejor cortar porlo sano....bsss
Todo tiene su momento, amiga. Si unas personas se unen pero no están preparadas para acariciar la vida en pareja, es muy difícil que funcione. Acoplarse en una gran tarea...
beset i cafenet :)
Aunque sea después de un fracaso, siempre hay lugar para un aprendizaje, para una nueva posibilidad de encuentro. Un abrazo
Un reencuentro sanador, cuando se produce es muy gratificante.
Gracias Diva, Censura, Neo y Tracy. A veces esos reencuentros sirven para reflexionar sobre los errores cometidos.
Un abrazo
Es difícil aceptar los errores propios y tendemos a engrandecer el de los otros, quizá como una forma de sentirnos menos culpables. Lo bueno es ver las cosas sin rencores y aceptando que las culpas no siempre son de una de las partes. Una relación de pareja es cosa de dos.
Un beso.
Excelente relato Carmen!Cuando una relación no funciona y no llena plenamente lo mejor es cortar por lo sano y dejar que cada uno de los componentes de la pareja pueda encontrar a otra persona. Solo tenemos una vida y tenemos la obligación de ser felices.
Un beso
tal vez fue mejor aceptar el fin de esa pareja. Haber persistido habría impedido que ambos iniciaran por separado, vidas felices.
Saludos.
Casi siempre el final de una relación es el inicio de algo nuevo, aunque sea doloroso poder darse cuenta de que ya no funciona abre en si nuevos horizontes. Muy buen relato, besos.
Casi siempre el final de una relación es el inicio de algo nuevo, aunque sea doloroso poder darse cuenta de que ya no funciona abre en si nuevos horizontes. Muy buen relato, besos.
Que una pareja no funcione no significa que hay que terminar mal, a veces cuesta aceptar el final y hasta que las heridas no curan es imposible el reencuentro, que en este caso ha sido sanador para ambos.
Un abrazo.
Las relaciones no son unilaterales y de eso, en ocasiones tardamos en darnos cuenta, es seguro que cuando algo falla, es de ambos lados, por hacer o dejar de hacer, lo que sí es seguro que la comunicación es básica para mantener una relación. Ella se alejó de todo el entorno que lo tenía a él, pero se llevó sus recuerdos y es allí donde no puede dejarlos detrás, a veces es bueno poner distancia porque sedimenta los sentimientos.
Buen relato, un abrazo
Me ha gustado mucho cómo vas introduciéndonos en la historia para luego mostrarnos ese pacífico reencuentro...aceptación sin rencores. Me ha gustado cómo pasan tus personajes de la calma chicha de su matrimonio, a tirarse los trastos en la separación para luego volver a ese tranquilo reencuentro en un parque...
Besos
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