La amiga de Raquel insistió tanto,
que al final fue al dichoso crucero para solteros; pero ella no se fue muy
convencida, había ido a cenas, excursiones, cursillos, y no funcionó, ¿por qué
iba a funcionar esto?
La mañana era muy soleada; pero con una brisa que daban ganas de subir a
cubierta. La verdad es que de todos los
días que llevaba en aquel barco, era el primero que no tenía nauseas. Ya era
mala suerte, lo que debía de ser una diversión se convirtió en un verdadero
suplicio. No había disfrutado ni de las horas en las que visitaba las ciudades,
era tal el malestar, que regresaba al barco y se tumbaba en la cama. Y en
cuanto a los hombres, nada más el primer día se fijó en alguno; aunque ahora le
parecía francamente un espejismo. El barco, eso si, era precioso, disponía de
varias salas, de cine, teatro, varias terrazas con piscinas incluidas,
cafeterías e incluso tiendas; pero…no se estaba quieto, se movía, si, y a veces
mucho. Hoy por fin parecía que su cuerpo se había acostumbrado a aquello y casi
no notaba el vaivén. Allí en la cubierta, sentía el aire puro rozándole la cara,
cerraba los ojos y se dejaba llevar por esa leve caricia. Se encontraba tan
extasiada disfrutando de esa maravillosa sensación, que casi no se dio cuenta
cuando una mano se posó en su hombro y una cálida voz le susurro al oído:
-
¿Se encuentra
mejor?
-
¿Qué?
Contestó algo perpleja, sobre todo cuando dándose la vuelta descubrió que aquel
hombre era uno en los que se fijó el primer día. ¿Cómo sabría lo de sus mareos?
-
¡OH si! estoy
mucho mejor, gracias.
-
¿Lo ha pasado
mal verdad?. A mi también me sucedía.
-
Si…Dijo
Raquel no muy convencida. ¿Hace muchos cruceros?
-
Si, me
encantan, puedes conocer a personas muy interesantes.
-
Pues yo, no
lo soy mucho, y encima me mareo.
-
Bueno, hay
cosas peores.
Hablaron toda la mañana, e incluso comieron juntos. Solo quedaban dos días
de crucero y esta vez los aprovechó bien. Cuando por fin llegaron a su último
puerto, Raquel se despidió de Alberto que así se llamaba aquel hombre de
momento misterioso.
No sabía si aquella incipiente amistad llegaría a algo más; sin embargo
tenía claro que disfrutaría de ella todo el tiempo que fuera posible. Su amiga
no se equivocó del todo, aquel crucero cambió su vida.
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20 comentarios:
Bueno, parece que Alberto fue el remedio para sus males. Que el viento les sea propicio...
Besos.
Esperaremos al siguiente crucero por si lo empiezan juntos. Abrazos
Y lo mismo ni se volvió a marear más.
Si, quizás salió bien, nunca se sabe. Gracias Juan Carlos, Ester y Tracy.
Un abrazo
Hola; la verdad es que este crucero promete. Los diálogos muy buenos, muy fluidos. Espero conocer más.
Un abrazo.
Pablo.
Veo que tu protagonista ha tenido más suerte que la mía. Que disfrute los días que la vida corre y hay que aprovechar cada instante.
Gracias por participar Carmen.
Un abrazo
También los cruceros cambian las vidas aunque no haya cruceros todos los días.
Un beso.
También los cruceros cambian las vidas aunque no haya cruceros todos los días.
Un beso.
¡Que suerte! Que no lo dejen y disfruten del encuentro. Espero el próximo relato
¡FELIZ VERANO|
Suena a buen inicio!...al menos el sacrificio tuvo sus frutos, pareciera jeje Un abrazo
Parece que la amiga tuvo razón esta vez.
Y yo diría que habrá más encuentros.
Bien planteado el relato.
Gracias Leonor, María, Josefa, Neo y Demiugo. Como decía aquella canción: La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.
Un abrazo
Hola Carmen: En los cruceros pueden darse un montón de historias. enamoramientos, desengaños y otras lindezas, que mejor no te explico, y que tu te puedes figurar perfectamente. Un abrazo.
Alguien me dijo una vez que cada viaje que uno hace nos enseña algo, nos cambia… y espero que este sugerente comienzo siga cada vez mejor!
Un beso.
Has recreado muy bien todo lo que se siente en un barco. He podido imaginarlo. La historia de amor... preciosa. Muy bonito relato.
Un abrazo
A mi me huelen que ellos dos ahora comparten sus vidas....estoy segura que ese dicho de, lo que sucede en el mar se queda en el mar,no funciono....besos
Bueno bien esta lo que bien acaba, porque me la imagino a ella pasandolo tan mal y no pudiendo disfrutar del crucero. Muy bueno tu relato, besos
Bueno bien esta lo que bien acaba, porque me la imagino a ella pasandolo tan mal y no pudiendo disfrutar del crucero. Muy bueno tu relato, besos
Ya digo yo que de todo lo negativo algo bueno sale...
Y este viaje no se le olvidará por muchos motivos.
Un besazo.
Y colorín colorado.... Es lo que busca mucha gente solitaria en los cruceros, una historia de amor. Pero nada es como parece.
Besos
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