Llevaba cuatro años preparando aquella carrera, cuatro años. Había
renunciado a tantas cosas, por un sueño si, por un sueño. Allí estaba, llegó el
momento de la verdad, la final de los 200 metros mariposa. Es cierto que en las
otras carreras no se sintió muy cómoda; pero conforme pasaba el tiempo se
encontraba mejor. Preparada, suena la señal, allá va. Habían creado ella y su
entrenador una buena estrategia, debía dosificarse y sobre todo mantener la
mente fría. De momento tenía fuerzas, mientras nadaba pensaba en esos cuatro
años, los sacrificios, la superación del dolor, la parálisis que a veces
sufrían sus músculos por el esfuerzo llevado al límite; sin embargo quería
demostrar que valió la pena. Allí estaba en tercera posición en los últimos dos
largos, ahora era el momento de atacar. Se sumergió y dio una brazada imponente
bajo el agua, nadaba a toda velocidad, era posible, si, lo era, seguía la
estela de la australiana; pero la japonesa se encontraba muy cerca. Último
largo, se encuentra la primera, un esfuerzo más, un poco más, lo va a
conseguir, parece que las fuerzas le flaquean; pero no, está a su alcance,
estira los brazos al máximo y por muy poco, solo tres centésimas consigue la
medalla de oro. Valió la pena tanto dolor, esta sensación no se paga con nada,
oro olímpico.
Felicidades Mireia.
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13 comentarios:
Que buena historia que contaste, la historia de un esfuerzo de años, para llegar a algo. Un esfuerzo que fue recompensado.
Tuve que buscarte por un jueves, pasado por el enlace que dejaste en lo del Apostata no lleva a ningun lado.
Un abrazo.
Gracias Demiurgo. Me emocioné. mucho con esta chica, ha sido impresionante.
Un abrazo
Se lo mercecía, estoy segura, pero después de leerta a tí, que por cercania, debes saber muchas más cosas, estoy convencida de ello. Bién por Mireia!!!
Gracias Montse, seguro, se lo merecía.
Un abrazo
Te felicito por la forma en que conseguiste contarnos lo que debió ser un gran logro. Logra emocionarnos. Un fuerte abrazo
Felicidades también de mi parte.
Gracias Neo y Tracy. Admiro a esos campeones.
Un abrazo
Me sumergí tanto en tu relato, que pensé estar en el agua a su lado.
Un abrazo
Gracias Guillermo. Eso intentaba, ponerme en la piel decesta excelente nadadora.
Un abrazo
Toda una verdadera sirena. Una persona con gran voluntad, con gran capacidad de sacrificio y con mucha autoexigencia.
Nada sin esfuerzo se consigue.
Un homenaje tu texto
Un beso enorme.
Gracias Mag. Eso es, un gran homenaje a ella y otras y otros como ella.
Un abrazo
Esta chica es un orgullo hecho realidad. Cada brazada es el esfuerzo y sacrificio de quien tuvo que decidir hacer lo que más quería. Es también un ejemplo de humildad cuando puede mirar a cualquier futbolista con la soberbia de una leyenda. Un gran relato. Un abrazo.
El esfuerzo compensado es la mejor de las satisfacciones, compi.
Beset de tots nosaltres MUAC
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