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domingo, 21 de mayo de 2017

ESTE JUEVES...RELATO

                                          MI RELACIÓN CON EL MAR


Siempre he tenido una relación dual con el mar. He vivido en una ciudad en la que queda cerca la playa, y de niña me gustaba bañarme y chapotear en el agua, vamos, como les pasa a todos los niños. El caso es que lo de tomar el sol no era lo mío, siempre he sido muy blanca y lo único que conseguía era ponerme roja como una gamba, me molestaba mucho y a mis padres les costaba sacarme del agua, entonces me ponía debajo de la sombrilla y comenzaba ha realizar castillos de arena, que casi siempre se deshacían; pero yo insistía y insistía, y al final lograba que alguno se mantuviera en pie al menos diez minutos. También me agradaba mucho jugar con la pelota hinchable de playa, sobre todo cuando iba con mi primo, tenía un año menos que yo y nos lo pasábamos bomba. De mayor era más inusual mis baños en la playa, menos cuando los amigos y amigas se apuntaban claro, si quería ir con la pandilla había de hacer sacrificios.  Entonces el baño más bien era escaso y los paseos por la orilla del mar más largos, en especial si me acompañaba algún amigo. Me gustaba caminar por la arena, viendo como mis pies se hundían y volvían a salir a la superficie, una y otra vez. Alguna vez ya de adulta me acercaba al mar de noche y en aquel momento, la atmósfera se transformaba y el sonido adquiría un protagonismo especial, muy diferente de por las mañanas donde las voces de las personas y niños se confundían con el ruido de las olas.
Ese sonido era balanceante y si mirabas largo y tendido hacia el horizonte, te hipnotizaba, y solo esperabas con delirio que la ola rompiera otra vez contra la arena para ver su espuma blanca y sentir aquel sonido envolvente.
Siempre he admirado la inmensidad del mar, el no saber que se esconde más allá del horizonte, como nuestros antepasados que pensaban que detrás se ocultaban monstruos para devorarnos. Esa grandiosidad a veces asusta, porqué sabemos que el mar puede ser bueno o malo, hay muchas personas que dejan su vida en él.
A pesar de esta dualidad, doy las gracias por haber nacido en un país rodeado de mar y haber podido entrar en contacto con él, es algo que no tiene precio.

12 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Interesante tu relación con el mar.
Saludos

María dijo...

Inmenso es el mar, admirable, digno para contemplar.

Besos.

Encarni dijo...

Carmen, comparto todas tus palabras, solo que a mi me gustaba tanto el agua que me daba igual el sol y a veces me quemaba. Ahora no me gusta tanto el sol, pero sigue encantándome el mar.

Ha debido ser un encuentro genial, me quedé con las ganas de volver a verte y estar con todos y todas las jueveras. A ver si hay mejor suerte para el próximo.

Un beso salado

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Gracias Demiurgo, María y Encarni. Si, otra vez será, osceché mucho de menos.
Un abrazo

Montserrat Sala dijo...

Hola CArmen: estoy muy de acuerdo en que los niños són los quem ás difriutan con el agua del mar y la arena. De más mayores, son otras las preferencias. El sol, las hamacas, la crema de protección, y sobretodo una buen compañia. UN abrazo amiga.

MOLÍ DEL CANYER dijo...

Esa relación de dualidad con el mar pienso que la mayoria la sentimos, el mar siempre produce respeto (y más si nos ha dado algún susto) pero desde luego yo siento como tu que soy más que feliz por haber nacido en un pais todo rodeado de mar. Besos.

Tracy dijo...

En mis momentos a solas con mi mar, pieso muchas veces lo que tú dices y me da pena de las personas que no lo conocen.

Pepe dijo...

Yo al mar lo conocí ya adolescente Carmen. Pero me enganchó con fuerza y ahora no puedo estar mucho tiempo sin buscar su cercanía. Me enamora el mar.
Os he visto muy bien en el encuentro y os he echado mucho de menos. Otra vez será.
Un fuerte abrazo.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Gracias Monserrat, Pepe, Tracy y Molí, tengo esa suerte, aunque no la aproveche en exceso.
Si Pepe os echamos mucho de menos, éramos muy pocos.
Un abrazo

yessykan dijo...

!Un relato muy original y encantador con brisa del mar y los recuerdos de tu niñez!
Esos momentos no se olvidan, el mar es inolvidable. Yo conocí el mar desde que nací, mis abuelos lo adoraban y nada lo podía sustituir por otra diversión.
Beso

San dijo...

Comparto cuanto dices,es tan atractivo este mar inmenso...
Gracias carmen por acercarnos estos días compartidos,ojalá hubiese podido estar.
Besos

San dijo...

Comparto cuanto dices,es tan atractivo este mar inmenso...
Gracias carmen por acercarnos estos días compartidos,ojalá hubiese podido estar.
Besos