Mi casa era muy pequeña, tan pequeña que dormíamos mi padre, mi madre y yo en la misma habitación. Recuerdo un patio con un pozo en el centro, y que en el año sesenta y dos cayó una gran nevada y el pozo se llenó de nieve. Después tuvimos que esperar varios días para que la nieve se deshiciera y poder sacar agua. Eran tres casitas muy pequeñas las que compartían aquel pozo; y las vecinas, muy agradables aunque un poco chabacanas, chillaban a todas horas.
Me acuerdo de la calle sin asfaltar toda llena de tierra, que cuando llovía formaba un gran lodazal y no se podía caminar, aunque lo bueno era que entonces no pasaban coches y así te pasabas las horas muertas jugando sin parar.
Tenía una amiga muy amiga con la que siempre estaba jugando. Un día me propuso de ir a la feria las dos solas y aunque éramos muy pequeñas yo le hice caso. Fui a casa, rompí mi cerdito hucha y cogí el dinero. Disfrutamos mucho montándonos en todo lo que pudimos; pero al volver ¡ay, lo que nos esperaba!. Mi madre me recibió hecha una furia y me pegó una buena tunda. Desde luego no lo volví a hacer más.
5 comentarios:
y bonito
Grcias tere, recuerda nuestra infancia
Profesora: Me ha gustado mucho su blog. Soy poeta argentino y me gustaría chatear con Ud. Mi MSN: mario_raffo@hotmail.com
La saludo con mucha admiración.
Mario D Raffo
Hola Mario es usted muy amable. Siempre me gustado mucho pintar y escribir, por eso he pensado en juntar las dos artes y poco a poco voy escogiendo los relatos que vayan
bien con mis pinturas.
Hola Mario es usted muy amable. Siempre me gustado mucho pintar y escribir, por eso he pensado en juntar las dos artes y poco a poco voy escogiendo los relatos que vayan
bien con mis pinturas.
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