Ni abanico ni nada, el calor era tan insoportable que no había nada que le
aliviara. Tenía un ventilador que estaba todo el día encendido. Desde que se
quedó en paro, no disponía de dinero ni para poner aire acondicionado. Este
verano era un agobio, no podía salir a la calle hasta las ocho de la noche,
mientras, a aguantar como podía. Después
de comer las horas se le pasaban lentas, muy lentas, hasta que por fin llega la noche y se decide a salir.
Parece que la suerte estaba de su parte, soplaba un ligera brisa, y
paseando al lado del río se sentía muy a gusto.
A La gente, se le ocurrió lo mismo que a ella, delante y detrás paseaban
familias enteras disfrutando de aquella leve brisa. De pronto, un ruido la
sobresaltó, a sólo unos cuantos metros, una gran pelea se estaba dando entre cinco chicos
jóvenes. A uno lo apaleaban de lo lindo. Ella miró a su alrededor, nadie se
atrevía a intervenir, tenían miedo; pero a aquel chico lo iban a matar, así que
decidió llamar a la policía, y al cabo
de poco tiempo apareció, algunos salieron corriendo y a otros no les dio tiempo
y fueron detenidos; aunque al pobre que pegaron se encontraba en bastante mal
estado y se lo llevaron rápidamente en
ambulancia. Cuando pasaron delante de ella los arrestados, la miraron con muy
mala cara, seguro que sabían que llamó a
la policía.
La cara de aquellos tipos se le
quedó grabada hasta que regresó a su casa. Después de lo sucedido, mejor pasaba
calor y no volvía a salir de casa, ¿no os parece?
Más calores, ventiladores , abanicos y demás, en casa de Mª JOSÉ
Más calores, ventiladores , abanicos y demás, en casa de Mª JOSÉ
21 comentarios:
mejor le hubiera salido improvisar una cara de inocente, no?
por acá, agosto nos tiene a mal traer con fríos y lluvias!
saludos!
Casi cuando encontró una brisa que calmara su agobio de tan terrible calor, paf, todo se acaloro mas.
Te dejo un abrazo con una brisa fresca para que alivie.
Es más duro, más cruel el calor sin un ventilador, pero es un baño de calidez humana su reacción, su predisposición sin dudar para no quedarse mirando en medio de la brisa, junto al río.
Aplauso al hombre acalorado, hizo lo debido, aunque luego dude o tema, ha de sentirse refrescado por dentro.
Un cuento que sucede a diario, pero no cada día se encuentra a ese hombre dispuesto a dar la talla humana.
Petonet content, has rebut el meu missatge?
Pues no, no me parece, hay que ser valiente como ella, que los malos no nos dejen encerrados, si no, el mundo será de ellos, mañana me voy con ella por la orillita del rio a pasear para que no vaya solita y me contagie algo de su gran humanidad, imaginas que calorcito le entró a la madre de ese niños cuando supo que alguien le salvó la vida a su niño?, un bravo por ella, un bravo por tí mi querida Carmen, miles de besosssssssssssss
No creo que sea lo mejor, aún corriendo ciertos riesgos, la vida de un semejante vale la pena!
Un abrazo
No hay que arredrarse porque pasen cosas en las calles. Mis años de adolescencia y juventud pasaron en un Madrid en que había palos de la policia a manifestantes, asesinatos de ETA, ataques de grupos violentos, etc., y en medio de todo hacíamos nuestra vida felices.
Hay que seguir adelante.
Besos.
Pues si, seguramente hizo lo que debía hacer; pero la mayoría de las veces somos un poco cobardes y nos escondemos en nuestras seguridades, ya lo resolverá otro.
Gracias miralunas, Cecy, Natali, Susus ( una gran alegría verte por aquí)Neo y Juan Carlos. Tienes razón, debemos seguir nuestro camino y no dejarnos amedrentar.
Un abrazo a todos y todas.
Totalmente de acuerdo con los compis, hay que ser valientes y lo fue y mucho interviniendo en esa situación, aunque luego sintiera miedo y aunque se quedaran con su cara, a todos nos gustaría sentir que algún desconocido nos ayudará si lo necsitamos.
Besos
Encima se soportar ese inaguantable calor, ni paseas tranquila pudo. Aunque su actuación fue la correcta. Mundo violento en el que vivimos.
Un abrazo Carmen,
A veces pensamos que nos encontramos en el momento equivocado y en el lugar equivocado; pero si lo re-pensamos, podremos darnos cuenta que no es tan así, que las cosas pasan por algo... creo que por lo menos el pobre chico que estaba recibiendo la tunda, estará diciendo: qué suerte que esa mujer estaba allí en ese preciso instante!Si habrá calores y calores que padecer... y agradecer!
Besitos al vuelo:
Gaby*
Muy bien por ella, que tenía más que perder que ganar al avisar a la policía. Para encontrar personas con esta valentía hay que buscar mucho.
Un texto audaz y atrevido.
Un saludo
Odio el calor!
Ya casi no queda gente decidida a intervenir, me apena decirlo pero personalmente me da miedo. No se como reaccionaría en el momento; el saber que por meterse uno termina con un tiro en la cabeza (pasó hace unos días, pasa lamentablemente muy seguido) paraliza. Sin embargo todavía hay gente de bien que se anima, aún con la certeza de que terminará mal.
Tu texto me llegó porque es mi realidad cotidiana, el dilema de que hacer, me meto o no?
un beso
Me gusta mucho elcalor y sobre todo aquellas noches donde sepuede pasear tranquilamente mirando elpaisaje y a la gente, pero nunca me ha pasado una historia similar a la que cuentas ja...
Hizo bien, y debería seguir saliendo a pasear sin miedo. Ningún gamberro maleducado y violento debe coartar nuestra libertad.
Un beso, Leonor.
Una mala experiencia, seguro que a partir de entonces esa chica prefirió la compañía del calor y el ventilador. Muy bueno Carmen. Gracias por participar.
Un beso
Gracias teresa, Any, Mª José, San, Gaby,Esilleviana, María, marta y Leonor. la verdad es que este dilema a más de uno nos viene a la mente en situaciones comprometidas; pero sigue siendo más fácil huir y evitar complicaciones, por desgracia.
Un abrazo a todas.
Hola, Carmen. En este caso un calor que nos lleva de paseo por los infiernos de Dante, esos cuyos caminos planean por los sótanos de la naturaleza humana.
Saludos
Hay una clase de calor, el calor humano, que nunca debería de abandonarnos. Ella hizo gala de que ese calor humano, esa inclinación hacia los demás, la hizo llamar a la policía. Brindo por la pervivencia entre nosotros de esa forma de calor.
Un fuerte abrazo.
Pero que mala suerte salir a respirar aire fresco y encontrar semejante infierno. Bueno pero que no se quede con esa mala experiencia que la vida seguro le da otra oportunidad de encontrar algo mejor.
Un besote.
El relato es llevadero y nos mantiene atentos, pero esa pregunta final, incomoda tanto como el calor, porque nobleza obliga, no es cuestión de esconderse, aunque claro si andamos por el mundo como quijotes....
En fin, que el " no te metas" debería estar prohibido...pero "de carne somos".
En todo caso, nuestra conciencia estará más en calma, si vivimos de forma solidaria.
Besos y abrazos mil.
Bueno, es difícil abstenerse en una situación así Cármen, es cierto que el calor enturbia hasta a las mentes mas equilibradas.
Te mando un abrazo
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