ESTE JUEVES HA COSTADO LO SUYO REALIZAR EL RELATO. NOS HEMOS JUNTADO DOS DOCENTES QUE ESTAMOS EN PLENA EVALUACIÓN; PERO AL FINAL CON VOLUNTAD LO HEMOS CONSEGUIDO. AQUÍ VA EL RELATO A CUATRO MANOS CON LA COMPAÑERA Mª JESÚS.
LO
INMATERIAL
Era un día muy frío
del mes de diciembre. Sofía, como cada jornada, se trasladaba a su lugar de
trabajo, limpiadora en casa de doña
Mercedes. Ella era la única en la familia que disponía de un empleo: su marido
hacía más de dos años que se encontraba en el paro. Sofía hacía poco había
entrado en la cuarentena y a su
compañero con dos años más, le sería
difícil que lo contrataran. Tenían dos
hijos adolescentes, que no llevaban muy bien la nueva situación. La familia hacía
poco, entraba dentro de lo que podíamos llamar clase media, sólo trabajaba el
marido de informático en una gran empresa; pero ésta entró en quiebra, y todos
los trabajadores acabaron en la calle. A Sofía no le quedó más remedio que
ponerse los guantes de faena y salir a buscar lo que fuera, y lo único que encontró
fue de limpiadora; pero a ella, a pesar
de lo que pudiera parecer, no le importó, se puso su bata y comenzó a trabajar.
No ganaba mucho, lo
justo para dar de comer a su familia y poca cosa más. Al principio contaban con el
subsidio del marido; pero ahora, pasaban
por una situación límite. Nunca llegaron a pensar que a ellos les pasaría lo
que a cientos de miles de personas les estaba sucediendo.
Salió de casa con guantes y bufanda, ésta última
tapándole la nariz, sólo se le veían los ojos, el frío le calaba hasta los
huesos, andaba de prisa con la cabeza agachada deseando llegar a la parada de
metro que le llevaría a su destino. De pronto, una luz cegadora le hizo taparse
los ojos, luego poco a poco los comenzó a abrir, y observó justo enfrente suyo
un letrero luminoso que nunca percibió antes: “SE VENDE TODO TIPO DE ARTÍCULOS, MATERIALES Y INMATERIALES”
No podía pararse: tenía el tiempo
justo para llegar al trabajo; pero… a la
vuelta entraría.
Toda la mañana trabajando y
agradeciendo que la mecánica de su trabajo le permitiese pensar en otra cosa,
porque el cartel brilló en su cabeza toda la mañana.
Aquel “INMATERIALES”, la hacía soñar: Si algo
inmaterial podía venderse, con algo inmaterial podría comprarse, porque hay
cosas que no tienen precio. Sonrió para sus adentros pensando en el anuncio de
la “master car”…poco tiempo atrás, ella aún podía; pero con el despido, volaron las tarjetas.
La mañana se hizo larga debido a
su ansiedad, aunque al final se despidió
de doña Mercedes hasta el día siguiente.
Entró, titubeante. Una sonrisa
franca la recibió tras el mostrador:
-¿Qué desea?
-Dos cosas inmateriales, pero
necesito saber con qué se pagan.
-Proporcionalmente al pedido.
-Necesito una idea y mucha
ilusión.
-Tendrá que pagar con esfuerzo y
perseverancia.
-Trato hecho.
Hablaron largo rato.
La familia ha vuelto al pueblo;
el piso alquilado de la ciudad les ha permitido acondicionar mínimamente la
vieja casa de sus padres; su marido hace páginas web para los pocos comercios
del pueblo, carteles anunciadores y diseños para quién los solicita. Piensa
vender y reparar ordenadores a los vecinos, aunque el pueblo es pequeño.
Ella cuida a una familia de ancianos que
tienen las dificultades propias de la edad. Los chicos van al
instituto del pueblo y están perfectamente integrados.
Y, después de cenar, reunida la
familia, comentan:- el pago es duro y largo; sin embargo nunca hemos hecho una
compra mejor.
MÁS COSAS QUE SE VENDEN EN CASA DE SAN
36 comentarios:
Una muy buena reflexión para madurar en estos tiempos actuales que tan requetebien se reflejan en vuestro relato.
Me ha gustado mucho.
He puesto un enlace a ti y otro a San.
Gracias por tu ayuda.
La venta de ideas: Este si que es un buen negocio si es que hay existencias.Es lo único que nos puede sacar de la crisis. Así que hay que buscar estos comercios y si un dia han terminado las existéncias,volver al dia siguiente a ver si han llegado, o al otro. Sin desfallecer.
Muy buen relato. Original y aleccionador.
Un relato lleno de optimismo dentro de la mala situación que vivimos. Abrazos
Las ideas y la ilusión con esfuerzo y perseverancia salen adelante. Dice una amiga que de la crisis saldrán antes aquellos que viven en los pueblos porque las necesidades pueden llegar a ser menores. Puede que tenga razón.
Es una magnífica historia.
Salu2
Muy buen relato:no nos pueden matar las ilusiones.
Un abrazo.
Esa ilusión hay que comprarla donde se pueda, es lo mejor que podemos tener en momentos como los que vivimos.
Un beso
Desgarrador como el mundo que nos toca, esperanzador, como sólo un relato puede serlo...Un abrazo.
Esfuerzo y perseverancia...la clave para casi todo en esta vida.
Muy buenas reflexión, el problema es acuciante y nunca pensamos que nos puede tocar a nosostros...pero estamos todos en el lote de infortunios, y nadie sabe lo que nos depara el futuro.
Mis felicitaciones a las dos.
María Jesús, tengo problemas para entrar en tu blog, recoge la felicitación que aquí te dejo.
sin duda alguna la mejor promoción del momento. Estos artículos inmateriales, los mejores productos que se puedan adquirir en la vida.
Y resultan tan económicos!!!
Saludos entrañables y particulares
No está mal. Una ilusión necesita perseverancia.
Buena compra que han hecho!...¿dónde está ese comercio???jejeje
muy buen aporte a cuatro manos. Realista, duro, pero esperanzador.
Felicitaciones a esas dos docentes que se hicieron un huequito para compartir este jueves!
Vengo desde Paradela, me ha gustado mucho la historia, sobre todo la escena de la compra de las dos cosas inmateriales y jo... no quiero hacer el papel de la bruja aquella de la bella durmiente que se olvidaron de invitar al bautizo y luego llegó con la cosa de la princesita iba a morir, pero...Deseo de corazón que en el pueblo de Sofía no "deslocalicen" el centro de salud donde ya no se atienden las urgencias y que los ancianos que cuida puedan seguir pagándole cuando tengan que pagar también por la ambulancia, por las recetas, por respirar...y también que no tengan que renunciar a alquilar el piso de la ciudad porque los chicos tengan que volver a él cuando el insituto del pueblo cierre y los manden al que está a cincuenta kilómetros por una carretera demencial en invierno y que hace más de diez años que nadie le tapa ni los baches...
Mucha suerte para todas las Sofías.
Saludos :)
Muy buena la historia y la reflexión.
Yo voy a adoptar un pueblo como el anuncio jajajaja
besos a las dos y ánimo que ya nos queda poco para las vacaciones!
Ese comercio a lo mejor no existe... o a lo mejor está más cerca de lo que imaginamos.Buen trabajo conjunto.
Besos a las dos.
Un rayo de luz, un rayo de esperanza.
Hermoso
Saludos
Es un relato optimista. En determinadas ocasiones parece que resulta imposible encontrar una salida a tanta dificultad, sin embargo, vosotras y vuestra familia ha logrado salir.
Un abrazo a ambas :)
Te copio lo que le acabo de escribir a María Jesús, con la advertencia de que me ha gustado mucho:
"Tiene una vitud literaria poco usual: que se lee con las ganas de saber qué se cuenta en el párrafo siguiente.
Espero leer más, porque la literatura es básicamente el placer de escuchar, de leer, la aventura leída, la peripecia, el enganche que te produce esa aventura. Y aquí se consigue totalmente."
Gracias por vuestros comentarios, siento que Mª Jesús no pudiera poner el texto. La verdad es que nos hemos complementado muy bien. Se nos ocurrió la idea, pensando en que se venden demasiadas cosas materiales y que era mejor optar por lo que no se ve; pero siempre está.
Un abrazo a todos y todas.
Carmen y María Jesús, lo escrito a cuatro manos os ha dado para reflejar una realidad auténtica, incluida la parte "inmaterial". El otro día en el País había un reportaje de la mucha gente que regresa al pueblo o se lanza de la ciudad al pueblo, muchos logran con la perseverancia, salir a flote. Una vida más sosegada, hay que decidirse.
Aplauso a las dos, besitos a las cuatro manos.
¡Anda! Pues este relato no es solo actual, sino de lo más real. No existen esas tiendas, que yo sepa, pero si formas para compartir lo que sabemos en beneficio de nuestra comunidad, creo que lo llaman "Banco de Tiempo".
Me ha gustado vuestro relato.
Abrazos.
he estado comentando hasta ahora de una manera digamos que...bue..así, con ideas que me han surgido al hilo de las lecturas.
pero con vosotros...haré una excepción:
veamos...como texto idílico, bien. pero como realidad pura y dura, mucho me temo, señores, que no, que las cosas no son así. mucho me temo que hay algo en el ambiente de la realidad que habla de estar hasta los cojones, que habla de estar en las últimas, un en las últimas que se manifiesta en silencio. por que sí, mucha manifestación de distintos gremios, pero, en general, silencio...silencio que se manifiesta en miedo, miedo que se manifiesta en paralización o en conformidad o en no hacer NADA...
aún así, sí que os reconozco aquello de lo idílico, aquello de lo idílico desde el punto de vista de la ILUSIÓN, es decir, debemos cargarnos de ilusiones....
medio beso.
Veo que varios jueveros habéis optado por esta idea, la de la venta de cosas inmateriales. Eso sí, no iba a resultar tan sencillo, y a cambio de una idea y mucha ilusión le pidieron esfuerzo y perseverancia. El trato parece justo y el resutado, mejor imposible. Buena reflexión la que nos dejáis en este relato. Yo añadiría aquello de "quien algo quiere, algo le cuesta". Besos
Un soplo de esperanza nunca viene mal para estos tiempos duros y austeros que nos toca vivir. Ilusión e ideas para compensar tanto mal trago.
Un abrazo para las dos
Perfecto.
De esas tiendas necesitaríamos unas pocas porque cuando se está mal parece que las ideas escaparan de uno.
Besos.
Me gustó esta idea y esta ilusión. Buena forma de afrontar la que tenemos encima.Habeis conseguido un texto sin fisuras. Muy buena pareja, muy buen resultado. Felicidades a las dos.
Un abrazo grande, grande.
Gracias por participar y por estar tan cerquita.
Para ser docentes os ha salido un relato maestro, como no podía ser de otra manera. El tema es de actualidad y cuando no haya dinero, no habrá consumo y tendremos que compartir las cosas inmateriales o las materiales que podamos ofrecer.
Un abrazo a las dos.
Crudo y esperanzador este relato cada vez menos ficción.
Muy fundido el argumento, sólo una pista para los observadores... la distancia entre las letras, aunque podría ser casualidad.
Besos
Gracias Alfredo, muy observador, Encarni, Natalia, Juan Carlos, Juliano ( creo que si, que la ilusión es lo último que se pierde)José, Blue,Cristina y San.
No hay que perder la esperanza.
Un abrazo
Enhorabuena, a vosotras por el relato y a Sofía por su elección.
Saludos!
Hay inversiones que realmente valen la pena, da gusto pagar si lo que se ha comprado nos mejora la vida.
Excelente relato a cuatro manos, los felicito!!!
Un beso enorme.
Muy aleccionador, se nota el influjo Mariajesusiano en el texto, el tuyo lo conozco menos pero desde luego el texto sencillo y conciso, realista como él mismo toca las fibras más íntimas. Bsss.
Hola, amiguina:
Te deseo una muy feliz Navidad.
Espero poder participar alguna vez, en vustros Jueves, o Lunes,
Un fuerte abrazo.
Celia
Cualquiera diría que nos habéis estado espiando...
Dos besos y dos cafés!
Ideas e ilusiones, ¡que no falten nunca¡
Buen relato.
Un saludo
Me ha gustado el optimismo que muestra vuestro relato. Sinceramente creo que es un tanto utópico, pero siempre se ha dicho que las utopías son el motor del mundo. La realidad es cruda y testaruda y se asemeja mucho a lo reflejado por Alma de Adra. El retorno al pueblo puede ser una digna solución para muchas personas.
Disculpad la tardanza.
Un abrazo.
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