El
comenzar a leer este libro me movió el afán de conocer a este gran poeta inglés
que fue John Keats. La verdad es que no había leído nada de él, y después de zambullirme en las páginas de "Los últimos pasos de john Keats" me ha motivado para hacerlo.
Para mi este libro es mucho más que un texto homenaje a
ese que sin lugar a dudas fue un gran poeta, es sumergirse en su mundo
interior, es nadar dejándose llevar por sus palabras, palabras que en los tres
últimos meses de su vida se tornan pura lírica, en el transfondo de la amargura
que siente un hombre joven al verse despojado de lo único de valor que tiene,
la vida.
Ángel
ha unido a la perfección fragmentos de odas y poemas de John con sus palabras,
de tal manera que es difícil saber, sino es por las citas cuando habla uno u
otro.
La
profundidad de los vocablos utilizados te colocan ante la zozobra que sientes frente a ese gran dilema que es la
muerte, ¿Qué hacemos aquí? ¿Para qué hemos venido? Sin duda consigue que
abramos ante nosotros una profunda reflexión sobre la enfermedad y el
sufrimiento baldío ante la muerte.
Los
sueños, los únicos que le hacen escapar de tanto sufrimiento, donde la
imaginación consigue reparar ese dolor que no logran todas las medicinas del
mundo.
También
Ángel coloca como un bien supremo el
valor de la amistad. El gran amigo de John, Severn, él único que le acompaña en sus
peores horas hasta la muerte, que hace todo lo posible por mitigar su dolor,
con su música y su ánimo.
También
pone en valor, los recuerdos, sobre todo el recuerdo del gran amor de John, Fanny a
la que deja para que no tenga que pasar por el sufrimiento de verlo en el
estado tan lamentable que se encuentra. El recuerdo de ese gran amor le ayuda a pasar sus
peores momentos.
Como
dice Noemí, no es un libro fácil; pero si un libro necesario y reflexivo. Una
reflexión que muchos de nosotros hemos realizado; pero no con la profundidad
que deberíamos, ante algo por lo que todos pasaremos, la muerte.
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