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miércoles, 31 de agosto de 2011

ESTE JUEVES UN RELATO



VAMOS A DESCRIBIR



Siempre me han llamado la atención la imaginación que tienen ciertos anunciantes para promocionar sus productos. En este caso he escogido uno donde la imagen es tan curiosa que te transmite una sonrisa.

El decorado es una típica barbería Londinense, puerta de madera, con vidrios al exterior, cuya visión nos deja entrever los edificios típicos ingleses. Un asiento de poli piel negra con ribetes metálicos plateados que nos recuerda a las barberías antiguas donde el cliente es el máximo protagonista. Se aprecia un armario de madera color sombra tostada, con un lavamanos encima con unas toallas pequeñas. Sobre éste, una repisa del mismo material que el lavamanos. Allá se supone están situados los materiales necesarios para el trabajo del peluquero. A mayor altura nos encontramos con un espejo sencillo con el marco de madera. A la izquierda del mismo aparece una percha dorada de la que cuelga seguramente algún refrán propio del oficio. Debajo de esta, parece se encuentra una especie de teléfono antiguo, o una campana. Detrás del peluquero se ve parte de una estantería móvil, con algún champú o espuma de afeitar.

El anuncio aunque no se ve casi, son unas letras situadas en la parte superior izquierda “EUROSTAR” la empresa que gestiona los viajes en tren desde París a Londres, con un eslogan que dice: “Ya es verano en Londres”. Pero estas palabras dejan rápidamente paso a los dos personajes principales que se convierten en los protagonistas del anuncio. El peluquero, un hombre mayor, que con una sonrisa relajada por debajo de unas gafas de presbicia, pasa su máquina rapadora con una gran seguridad. Su atuendo con camisa blanca y pantalón gris le hace aparentar una excelente pulcritud. Sentado y con una cara algo perpleja se encuentra un soldado típico londinense. Escopeta en mano, un uniforme con chaqueta roja y adornos negros y dorados, y las manos cubiertas con unos guantes blancos impolutos. Como vemos, el gorro sorprendentemente se convierte en su pelo y por lo tanto en su cabeza, rapada por la parte trasera por el peluquero que sonriente observa la forma de pepino que va tomando todo el cráneo.


martes, 23 de agosto de 2011

VUELTA A CASA








CASTILLO DE CHAMBORD (Francia)

Después de dos semanas intensas de viaje por Francia y Irlanda, de nuevo estoy aquí.
Ha sido un viaje particular, porque con mi miedo irracional al avión, llevo a mi familia un poco de cabeza. Así que cogimos el coche y a atravesar Francia se ha dicho.
Hemos visto los castillos del Loira, el Mont Sant Michael y más tarde después de catorce horas de viaje, un barco nos trasladó a Cork, ciudad del Sur de Irlanda, y aquí claro a conducir por la izquierda; aunque después de unos kilómetros te acostumbras y vas como la seda sobre todo el conductor, porque el copiloto lo pasa un poco mal, parece que te comas los coches que te vienen de frente y piensas que no cabrán por la carretera, porque eso si, todas son un poco estrechas. Subimos hasta la mitad de Irlanda, nuestro tiempo no daba para más. Los paisajes me han encantado, con lo que llueve todo son mantos verdes de diferentes tonalidades, por eso tienen muchísimos campos de golf , y lo practica todo el pueblo. Aquí no todo es footbol, tambíén el rugby tiene su importancia, incluso más.
Sus casas son curiosísimas, de colorines, unas amarillas, otras naranjas, azules, verdes, en fin una gran variedad de matices, cada una con su propia personalidad.

La música es de lo más alegre. Cada día los pubs te deleitaban con música en vivo típica del pais. En fin que el viaje ha sido duro pero ha valido la pena.

MONT SANT MICHAEL




PARQUE NACIONAL DE KILLARNEY (Irlanda)

CONNEMARA ( Alrededores de Galway, Irlanda)



VISTA DESDE LA HABITACIÓN DEL HOTEL DE LIMERICK


Bueno, y ahora, como no podía faltar os enseñaré unos pequeños apuntes que hice desde diferentes sítios, no muchos, pero como este blog se llama MEZCLANDO ARTE creo que son adecuados. Hace falta un poco de imaginación; porque son pequeñas improntas de los momentos vividos.

PENÍNSULA DE DINGLE (killarney)Irlanda

PENÍNSULA DE DINGLE- ISLAS GREAT BLASKET ( killarney)

VISTA DE LIMERICK (Irlanda)


LIMERICK DE NOCHE


VISTA DE LIMERICK- AL FONDO ESTADIO DE RUGBY

VISTA DESDE EL HOTEL DE DUBLÍN-IGLESIA NEGRA


miércoles, 3 de agosto de 2011

ESTE JUEVES, RELATO



LA BANALIDAD DEL MAL


Hay cosas que nos parecen terribles y está claro que lo son. Un ejemplo claro es el atentado que hace unas semanas perpetró en Oslo el ultraderechista y racista Breivick; aunque él consideraba que su causa era sublime, propia de un héroe que había de salvar a su patria; pero su barbarie decía todo lo contrario. Esos pobres jóvenes acribillados con proyectiles que como si fueran caza mayor explotaban en sus cuerpos, destrozándolos sin piedad y mandándolos al otro mundo cuando apenas conocían éste, dejando a esos padres hundidos para toda la vida; porque la muerte de un hijo no se puede olvidar y deja una huella que difícilmente se puede borrar. Este señor, si se le puede llamar así, sostiene que estas muertes son necesarias para salvar a su país de la invasión musulmana. El mal para este hombre no existe como tal, más bien es un medio que sólo se utiliza para conseguir algo más grande. Su abogado sostiene que está loco, loco, es lo más fácil, porque ¿cómo se entiende una cosa así?

Este caso no hay lugar a dudas, a todos nos parece horrible; pero hay cosas que por el hecho de que la sociedad no las penaliza, no nos parecen tan mal, son delitos menores y simplemente pensamos que son pequeñas travesuras. Algunas veces es el propio egoísmo que nos hace comportarnos así. Una amiga mía me contaba que un día a las doce de la noche, un grupo de jóvenes pararon su coche al lado mismo de su casa, pusieron la música a todo volumen y comenzaron a beber con las ventanas bien abiertas sin importarles que la gente de la casa,- entre ellas gente mayor- tenían derecho a dormir; pero eso les daba igual, ellos se divertían, no era malo, son jóvenes, y como tales ya se sabe, sino disfrutan ahora, ¿cuándo lo harán? Y, desde luego que disfrutaron, hasta que se cansaron y se fueron; pero ya era tarde, fastidiaron a la familia. No se de quien es la culpa, quizás de la permisividad, de la educación…

¿Qué hace que nos acostumbremos a algo que sabemos que está mal? ¿la sociedad? ¿la rebeldía ante lo prohibido? Como en una película decían: ¿Tú siempre haces lo correcto? Pisar demasiado el acelerador, hablar por el móvil en el coche; aunque sabemos que no se debe; lo fácil es caer en la tentación, y, mala suerte si te pillan. No pensamos en que nos estamos jugando nuestra vida y la de los demás, simplemente no pensamos, actuamos. ¡Ay, la banalidad del mal! El mal nunca es banal aunque pueda parecerlo, sólo lo parece; pero nos engaña, es astuto, tentador e incluso hipnótico, tanto que en muchas ocasiones puede con el colectivo de la sociedad. El combate es duro pero no imposible, ojala que aunque perdamos batallas, al final ganemos la guerra.