EL LARGO CAMINO RECORRIDO
Ángel era un hombre con carácter, su vida recorrió los mismos kilómetros
que le tocó hacer de su Badajoz natal hasta la misma Barcelona. De bien pequeño
tuvo que trabajar como pastor, como muchos de los niños de su época. Le cogió
la guerra con solo seis años, y él y sus
diez hermanos tuvieron que realizar
verdaderos sacrificios para salir adelante. Su madre falleció y todos los
hermanos se fueron dispersando por toda la península. Después, el servicio
militar, dos largos años, que le permitió salir de ese micromundo que era su
pueblo. Siguiendo a sus hermanos llegó a Barcelona, la gran ciudad. Allí,
diferentes ocupaciones, en la construcción del metro y su mejor trabajo,
montador de hornos de pan. Éste le permitió recorrer toda España y conocer un
poco de mundo. También le quedó tiempo para el amor, Lourdes, mayor que él;
pero eso no le importó, era una chica guapa y sobre todo buena. Después
llegaría su única hija, Carmen, que les hizo muy felices. Con ella se entendía
muy bien, conversaban de política y jugaban a como cambiar el mundo
Un accidente le hizo retirarse antes de tiempo, y cuando ya tenía su
primera nieta, le diagnosticaron Párkinson, una enfermedad que afecta a todo el
aparato locomotor, y es muy dolorosa. Su
carácter cambió, ya no era el mismo y la
vida se le hizo difícil. A pesar de
todo, su mujer y hija siempre estuvieron
por él, lo cuidaron cuanto pudieron hasta que su vida se apagó, y es verdad que
fue duro, porque negarlo, lo fue. Él se preguntaba muchas veces, ¿Qué hacía
aquí? ¿Tanto trabajar para qué? La vida, que a menudo nos da estos palos.
Siempre me acordaré de ti, papá.