EL TELÉFONO
¡RING, RING, RINGG!. Las tres de
la mañana, ¿Quién será? Piensa Lourdes dando un salto de la cama y asustada
perdida. Coge el teléfono con cautela y pregunta:
-¿Sii? ¿Quién es?
Al otro lado una voz femenina de
una edad indeterminada contesta:
¿Qué está Eloisa?
A Lourdes le cambia la cara por
una expresión de rabia contenida y le dice:
-¡Aquí no hay ninguna Eloisa!.
La voz de detrás del aparato le
contesta un poco compungida, o al menos eso es lo que parece.
-¡Ay usted perdone, debo tener el
teléfono mal!
Lourdes ni se molesta en
responder y cuelga el aparato..
Las cinco de la mañana, vuelve a
sonar el teléfono, con un ojo medio abierto mira el reloj: -Dios mío que mala
suerte, ¿otra vez?, piensa, y lo deja sonar; pero no para de ninguna
manera, no se da por vencido. Al final contesta y detrás del auricular la misma
voz:
-
¿Está Eloisa?
- Señora
se ha vuelto a equivocar, no hay ninguna Eloisa- le responde malhumorada, y le cuelga
sin esperar explicaciones.
Regresa a la cama y por esta
noche parece que ya se ha cansado; pero al día siguiente vuelve a pasar lo
mismo, a las tres y a las cinco, y ya la última vez, Lourdes no puede más y le
replica:
-
¡Pero señora, ¿se puede usted saber que le pasa? Le he
dicho por activa y por pasiva que aquí no hay ninguna Eloisa y usted insiste y
insiste, que son las cinco de la mañana, ¿Usted no duerme?,. Mire, como vuelva
a molestarme llamaré a la policía y ya veremos que sucede!.
Enfadada la señora,
le replica.
-¿Es qué usted
no se equivoca nunca?
-Si señora
claro que me equivoco; pero no cuatro veces en el mismo teléfono y menos a las
tres y a las cinco de la mañana. Además no quiero hablar más con usted, tenga
claro lo que le he dicho. .
Las llamadas
se repitieron varios días; pero esta vez, cada vez que cogían el teléfono solo
se oía una respiración. Estuvo a punto de denunciar el caso; pero al final la
persona se cansó y no volvió a llamar más.
Es un caso
curioso; pero verídico, le pasó a mi madre hace bastantes años y fue muy
desagradable, el teléfono es lo que tiene, a veces da buenas noticias y a veces
malas.
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Mª JOSÉ