Aquí estamos un año más en Sant Jordi. La
verdad es que mi visión de la literatura
y la escritura ha cambiado bastante desde que escribo, sobre todo por lo
que respecta al mundo editorial. Yo antes pensaba que todas las editoriales
eran iguales; pero no, me he dado cuenta que todas son un negocio, aunque en algunas el negocio se nota más
descarado, juegan con la ilusión de las persones que quieren ver publicado su
libro, y después hay unas terceras, que directamente te engañan, te dicen una
cosa y después no hay nada de lo prometido. En todos estos años he experimentado algunas de estas coses.
Ahora, lo que me ha quedado claro es, que al que le gusta escribir y tiene
tiempo, cosa que a mi me falta, lo ha de hacer sin miedo, experimentando,
equivocándose, corrigiendo, y poco a poco aprender de sus errores.
Yo siempre he dicho
que escribo, no soy escritora, imposible compararme con los grandes, igual que
cuando pinto, pinto; sin embargo no me considero artista, porqué de estos hay
pocos. En este mundo quizás nos hace falta un punto de humildad, siempre aprendemos
y nunca dejamos de hacerlo, y debemos de escribir por placer y por contar
historias que nos lleguen al corazón, lo de publicar si llega, llega y si no,
no pasa nada. A mí siempre me ha hecho mucha ilusión publicar y estoy orgullosa
de mis dos libros y de un tercero que pronto verá la luz; pero como he dicho,
lo importante es escribir siempre que se tenga algo que contar, y con eso me
quedo.
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