JEFE, HOY NO IRÉ A TRABAJAR PORQUÉ AYER ESTUVE DE FARRA
A veces es mejor decir la verdad que inventarse una mentira, por que como
decía mi madre: - Las mentiras tienen las patas muy cortas. Eso le pasó a
Felipe, que le gustaba bastante eso de irse de farra y como uno piensa: Si no
lo hago ahora que soy joven, ¿Cuándo lo haré? Y aguanta empalmando con el trabajo, resistiendo las
ocho horas, que le dejan sin aliento
cuando por fin se acaba la jornada y le espera la tan ansiada cama. Aunque bien es verdad que
si esto se hace a menudo, cualquier excusa es buena para no asistir al trabajo,
sobre todo el lunes. Se dice una mentira piadosa, como lo de que se tiene
fiebre, o le duele a uno la barriga; pero pocas veces se dice la verdad. No se
imaginaba que le descubrirían, aquella
noche en un Pub junto a sus amigos, pero
él no vio a nadie, estaba muy ocupado bebiendo y divirtiéndose. Al día
siguiente llamó al trabajo con la excusa de encontrarse ma FARRAS l, poco pensaba que
cuando regresara se encontraría con el sobre de su finiquito. El jefe le dijo:
Lo que más me ha dolido ha sido su engaño, la sinceridad es la virtud más
importante de la persona y si me hubiera dicho: “Jefe, no vendré hoy a
trabajar, porque ayer me fui de farra” seguro que lo habría entendido; pero sin
embargo optó por la mentira, y ahí me ha decepcionado. Felipe por supuesto no
se lo creyó, no existe nadie tan enrollado
Yo, este lunes desde luego no tenía ninguna gana de ir a
trabajar, aún se encontraba mi espíritu en Jaén; pero soy responsable y estuve
al pie del cañón; aunque todo el día se encontró parte de mí muy lejos, en aquel Karaoke de la noche del
sábado, y es que ya lo dice el refrán:
Lo bueno si breve, dos veces bueno.
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