LA SOLEDAD DEL ENFERMO MENTAL
Hace pocos meses me enteré de su muerte. Lo veía muchas veces por la calle,
unas parecía una persona como cualquiera, hablaba de su afición por la pintura,
e incluso algún cuadro del grupo donde voy a pintar aseguraba que era suyo, la
verdad es que jamás lo supe. Muchos rumores decían que perdió la razón con la
muerte de su mujer; pero en realidad no se sabe a ciencia cierta.
Tú tenías claro cuando se encontraba bien porque se afeitaba la barba, se
cortaba el pelo e iba muy pulido, sin embargo se notaba de lejos si pasaba
una crisis por su aspecto descuidado, la barba larga y el cabello también,
además chillaba a la gente y daba un poco de miedo, mejor era no acercarse, no
sabías lo que podía pasar. Su casa era la clínica mental de Torribera y allí acudía para comer y dormir. Era una persona que se dejaba ver bastante, así que cuando estuvimos tiempo sin verlo pensamos lo peor, y así fue. Una pena, nunca supe lo que verdaderamente pensaba, solo sabía su nombre, Jesús. Descanse en paz.
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