Solo tenía cuatro años y no sé si me acuerdo o mi madre me lo ha explicado
tantas veces que es como si yo misma me acordara. Hasta los cinco años vivía en Badalona, en
una casita muy pequeña, enganchada a otras casas formando un círculo que era un
patio, no muy grande pero coqueto, en cuyo centro había un pozo, de eso si me
acuerdo y las vecinas disponían en sus ventanas unas macetas con unas flores y
plantas que daban mucha vida a aquella pequeña familia. Vivíamos con
estrecheces pero felices, nos ayudábamos los unos a los otros y si alguna vez
me tenía que cuidar una vecina me cuidaba mientras mi madre salía a comprar. En
el patio montábamos muchas veces fiestas y nos lo pasábamos muy bien..
Como veis los que tenéis facebook,
últimamente me ha dado por cantar para promocionar mi libro, cualquier excusa
es buena para hacerlo. Pues bien esto me viene de pequeña. Mi madre era muy
cantarina y claro yo la imitaba. Un día de esos que hicieron una fiesta en este
patio, me vistieron con un vestido largo, un sombrerito y un abanico en la
mano, me subieron en una especie de escenario improvisado, y allí mismo me puse
a cantar: Cachito, cachito
Cachito
mío
Pedazo
de cielo que
Dios me
dio.
Yo no me daba cuenta de nada solo cantaba la mar de a gusto; pero en ese
momento se asomó mi madre y yo la vi, entonces se acabó la canción, me dio tal
vergüenza de que me viera que me tapé la cara y no quise seguir por
mucho que me insistieron. Entonces me di cuenta de que esto de hablar y cantar
en público no era lo mío y más si me veía mi madre, ¡hay que ver que cosas
tiene la vida!
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