Me ha costado, pero al final me he decidido a escribirte estas letras; no he podido acercarme a ti en ningún momento y después me he enterado que te han llevado al frente. De hecho, esto es lo
que me ha impulsado a dar este paso, y así no dejar que mis sentimientos quedaran solamente en mi corazón. Desde que te vi con tus compañeros en las fiestas del pueblo, tocando tu laúd, quedé impresionada por las notas que eras capaz de extraer de aquel instrumento. Tu música me hacía vibrar, era maravillosa; igual que tus gestos, y sobre todo tu mirada. Sí, tu mirada fue lo que me hipnotizó; aunque debido a la mala suerte no me fue posible hablar contigo. Ese día no tuviste ni un respiro; sólo estabas pendiente de tu orquesta y de que no le faltara la música a toda aquella gente. En esos instantes, ellos sólo pensaban en divertirse, porque todo volvería a la realidad cuando la fiesta acabara, a la cruel realidad. La guerra, la horrorosa guerra continuaba y cada vez necesitaban más hombres, así es que el pueblo se iba quedando desierto. Al final sólo habrá mujeres y niños, y no se sabe cuántos volverán de los que se hayan ido.
Espero que te llegue mi carta y te ayude a seguir adelante, para que pienses en tu pronto regreso y nos deleites con aquel sonido fantástico que sale de tu laúd. Y deseo que entonces aparques un poco tu instrumento, o bien se lo dejes a un compañero, para que podamos bailar. Mientras tanto, yo esperaré con ansiedad tu respuesta; que no me importará si es algo triste, lo primordial es que me llegue y yo te escriba de nuevo. Sí, ya sé que apenas me conoces de vista, y que lo más seguro es que nuca te fijaras en mí; pero eso no importa porque sé que pronto nos conoceremos y hablaremos de música y de tantas otras cosas.
Ansiando tu respuesta, se despide tu admiradora; quizá algún día algo más...
Con cariño, María
11 comentarios:
Esta carta la escribí para el concurso de cartas de amor de Antonio Villalva. No ha habido suerte; pero como a mi profe Ramón le gustó mucho,y para mí eso es muy importante, he decidido ponerla aquí.
Pienso que es una carta llena de ternura, y que merece la pena.
Un placer leerte, y un gusto muy grande mirar tus obras.
Un beso
Carmen, si al profe le ha gustado tu carta, ya tiene premio; y qué lujazo de premio...
A mí me ha parecido precioso el paralelismo que estableces entre el laúd que ha cautivado a la prota y ese amor por el dueño. A veces, no son las personas en sí lo que nos atrae, sino su manera de tocar el laúd que, desde luego, podría convertirse en un hilo de seda por el que llegar a sus brazos.
Un beso musical.
Tienes razón, Carmen. Cuando alguien conocido se marcha, no marcha sólo; algo de nosotros se va también. Y más si es a la guerra. Me gustó mucho la carta, en ella se percibe ese gran vacío y desasosiego que dejan las levas.
Bikiños
Es una bella carta, y hace juego con tu pintura, una carta inocente, llena de ilusión y sinceridad.
Pase a saludarte y darte las gracias por tu visita, te dejo un abrazo lleno de sol y de luna.
Es una bella carta, y hace juego con tu pintura, una carta inocente, llena de ilusión y sinceridad.
Pase a saludarte y darte las gracias por tu visita, te dejo un abrazo lleno de sol y de luna.
Bonita carta la que has escrito, Carmen, muy tierna y muy sincera.
Un beso
Juanma
Celia gracias por tu visita y por los halagos de mi obra.
Mercedes, es verdad, si le gusta a Ramón, para mí es el mejor regalo.
XoséAntón las guerras siempre tienen malas consecuencias, y uno se agarra a lo más importante, que es el amor.
SolyLuna me ha encantado visitar tu blog.
Juanma me alegro verte por aqui. Las consecuencias de la guerra tienen ese toque de amargura, y de ternura a la vez.
besos a todos y todas.
Felicidades por la portada de "Relatos Solidarios", Carmen.
Bikiños
Gracias XoséAntón, me alegro que te haya gustado. Pensé en integrar un dibujo con la realidad, porque la vida en realidad no es toda igual, tiene matices.
Un abrazo
Carmen, qué bonita tu carta. Es preciosa, con una sencillez exquisita.
Saludos.
Publicar un comentario