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miércoles, 7 de diciembre de 2011

ESTE JUEVES RELATO


BORRACHOS,BORRACHAS...
BORRACHERAS



Bueno, este tema que queréis que os diga, no me acaba de gustar. Quien más y quien menos ha bebido más de la cuenta alguna vez por diferentes motivos:

Por empatía con los demás, por diversión, por depresión o porque no se gusta a si mismo, quiere cambiar de alguna manera, y como no es capaz de hacerlo por si mismo acude a otras substancias que le ayuden a hacerlo, y aquí, es donde yo choco. Necesitar algo completamente externo a ti para disfrazar tu persona, es algo bastante triste.

A mí la verdad es que me sienta muy mal el alcohol, me duele la cabeza y acabo como el rosario de la aurora. Hay poca juventud que no le apetezca probarlo, el botellón, el famoso botellón, donde no hay nada de calidad, ni el refresco ni el alcohol. Y después el jaleo que arman, dejándolo todo tirado, no digo que todos; pero si muchos, porque no se piensa en la gente que volverá a pasar por allí y se encontrará todo lleno de botellas y vidrios.

La adolescencia es la peor época para convertirse en bebedor en potencia, es tan fácil conseguir alcohol, que lo difícil es no caer en la tentación. Se puede beber pero controlando; porque el paso de estar bien a estar borracho es tan pequeño que en un minúsculo descuido llega el debacle. Más tarde aparece la resaca, al día siguiente te encuentras fatal, casi siempre lo pasas en la cama, y no eres tú hasta por lo menos otro día; o sea que el tiempo perdido acaba siendo de cuarenta y ocho horas.

No, las borracheras no me gustan, la desinhibición que comporta hace que el individuo haga el ridículo y los demás tengamos vergüenza ajena del espectáculo que se nos ofrece. Cuando nos emborrachamos nos olvidarnos de nosotros mismos, eso también nos pasa factura, puede que funcione la primera vez, pero si se insiste, la soledad aumentará y cada vez necesitaremos más para disfrazar nuestra persona.

Si bebemos para ligar, igual nos sale el tiro por la culata y lo más seguro es que nos llevemos una buena trompada, una pena pero es así. Por divertirse también se puede beber; aunque de la diversión a la depresión hay un paso, y eso le pasa a mucha gente cuando abusa.

Como veis las ventajas para mí de una borrachera son nulas, lo siento pero es así, decirme carca; pero en ese aspecto que queréis que os diga, lo soy, y como alguien decía: “La salud es lo primero”.

21 comentarios:

Natàlia Tàrraco dijo...

Ostras Carmen, !voto a Bacus! Menudo abanico de razones muy razonadas para convertirse en abstemio/a.
Díselo, ayyy mi Carmen, a la Ribera de Duero, a la Sacra, a la Rioja, al Penedés, al Ampurdán, a Malaga, a Jerez, Albariño, a Toro, la Mancha, al Falset, a...al vino de misa.
Sagrado líquido el de la uva que en tantos mitos y ritos está presente desde los siglos de los siglos, amén.

Llevas razón, digo que en la calidad suprema y en la contención, estriba el gozar del alcohol como un don, no como una resaca ni una adicción.
Petonets i un brindis, fins aviat.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Pues si Natalia, brindo contigo pero con contención que después pasa lo que pasa. Desde luego que hay vinos buenísimos y no estoy en contra; pero si lo estoy en el exceso.
Un petonet també per a tu

casss dijo...

Yo Carmiña te invito con un tannat (aunque lo mío, es más bien el blanco seco) y nos cantamos un tanguito. Vamos, que sí, que haremos mamarrachadas, pero también reiremos!!! Claro, ya lo entendí: CON MODERACIÓN, y todas las compañías que hagan falta, jaja.
besotes, petonets y salud!

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Comparto la tristeza de ver que tantos jóvenes -no todos por suerte- hoy entienden que el alcohol es un medio efectivo para divertirse y hasta socializar!...se llega al extremo de asumir el exceso como parte inseparable de lo que debe y puede ser una salida en grupo, y las consecuencias nefastas luego saltan a la vista.
Tengo la tranquilidad de que mis hijas detestan el alcohol y ni siquiera prueban una sidra para las fiestas!
Por mi parte, me gustan las bebidas alcohólicas dulzonas, pero siempre con moderación!...además carezco totalmente de cultura alcohólica y apenas empezar la primera copa ya siento un cosquilleo en la nuca que me recuerda que no sé tomar! jejejee

Un abrazo.

Un par de neuronas... dijo...

Pues no, a nadie nos gusta el exceso en nada de nada.
Sí, hay personas que beben para olvidar quienes son, para olvidar sus miserias o sus penas y, lo peor, es que disfrutan o se consuelan dañando o dejando a los demás como una piltrafa. NO les llega el alcohol y necesitan golpear o humillar... esos son los que me dan miedo.

Besito, Carmen.

Leonor dijo...

Disfruto de un buen vino cuando la ocasión lo merece, pero hace mucho tiempo que aprendí que se disfruta hasta el final si paras de beber en el momento justo, o más bien un poco antes. Besos.

Unknown dijo...

carmen opino que, como bien decis, si bien no son todas así, la gran mayoría lo son. Es triste ver los que se refugian en eso para disfrazar su persona. Comparto cien por cien esa afirmación. Te mando un beso, me encantó tu relato, honesto! así debe ser! espero que finalices el año de la mejor manera y tengas un hermoso y excelente 2012! chin chin (:D)

Sindel Avefénix dijo...

Ningún extremo es bueno, beber una copa de vez en cuando y por el placer de disfrutar el sabor de una bebida me parece bien, beber con la intención de perder el sentido,liberarse y poder escapar de la realidad me parece un absurdo.
Un beso

Maria Liberona dijo...

y es que te encuentro toda , toda y absoluta razón... beber siempre es un caos sobre todo para los jovenes de hoy que no saben controlarse...

Matices dijo...

Beber en exceso no es buen acompañante, abriendo un abanico variado de desastres personales y a veces familiares... Luego está el sorbito compartido de champagne o con un buen vinito que se disfruta en algún evento o ocasión que no tiene desperdicio... Llevas razón al fin y al cabo todo en exceso nos trae consecuencias..

Besos!!!

Juan Carlos Celorio dijo...

Efectivamente, creo que una cosa es beber y otra atravesar un límite. Si algo no entiendo es como muchos, en especial jóvenes, buscan directamente superar el límite.
Besos, amiga.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Gracias Cas, me gusta un poco más el blanco y si es afrutado; pero poquito.
Gracias Juan Carlos, Verónica, Neogéminis,Maria, Leonor, Gaston Sindel y Matices. Como he dicho, el límite a veces es muy pequeño.
Un abrazo

Isabel Barceló Chico dijo...

También soy de tu opinión, carmen. Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

ventajas del bebercio.-
sin duida ninguna apreco las borracheras, por que ponen a als personas fuera de sitio..y como fuera d esitio mucha gente está bien, que se quede ahí....aprecio las borracheras por que una vez trabajé en la vendimia...eso sí, ojalá el borracho también fuera a vendimiar, con lo cual quizá se alejaría de...aprecio las borracheras por que dicen que los niños, los viejos y los borracho dicen las verdades..viva los borrachos...y...
fuera de bobadas, carmen andújar, que todos los borrachos se vayan a a la emeeee, yo incluido cuando bebía...
sabes, cada vez aguanto menos al borracho...
medio beso...

Manuel dijo...

Ya lo dice el dicho de las tabernas "Bebe para olvidar, pero no te olvides de pagar". Ahogar la vida en la bebida solo hace ue esta demerja más trágica.
Un beso

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Bueno Gustavo alguna vez vale; pero sin abusar, que todo aburre.
Un abrazo a todos

San dijo...

Los excesos pasan cuenta. Beber hasta perder el control es realmente desagradable sobre todo para quien luego lo padece.
Un beso.

Lola Polo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. No bebo apenas, mi cuerpo esta tan poco acostumbrado alalcohol, que si tomo un poco de vino enseguida noto los síntomas y paro

Un abrazo

Lola

carlos63 dijo...

Realmente es difícil delimitar el punto entre disfrutar de la bebida y la borrachera. Por desgracia tienes razón en el abuso que se produce en la juventud y probablemente seamos nosotros los adultos los culpables en solo optar por la prohibición y no por ofrecer alternativas lo suficientemente atractivas para ocupar ese lugar. Si bien es malo para la salud, mas bien nefasto, una de las cosas peores es el tiempo perdido que luego no se puede recuperar. Una lastima que seamos tan torpes en solucionar este problema.

Un saludo.

María José Moreno dijo...

A mi me gusta disfrutar de una copa sin llegar a la borrachera. Mientras te leía intentaba recordar si alguna vez me había emborrachado y creo que solamente ha sido una, pero pillé una "papa" impresionante. Menos mal que me dio por reír, claro que a destiempo porque en la reunión de trabajo que estaba nadie entendía que me pasaba jajaja. Historias para no dormir

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Gracias San, Carlos, Mª José, Mª Carmen y Loli.Una vez no pasa nada, lo mslo es cuando se repite a menudo.
Un abrazo