Después de bastantes años, regresaba a Roma, esta vez con mis hijas, quería
transmitirles aquellas primeras sensaciones que sentí cuando descubrí aquella ciudad
llena de monumentos, que reflejaban el paso de la historia por cada uno de sus
muros. Desde lejos se oía el agua como caía, un sonido que me traía recuerdos
de la primera visita, cuando me sorprendió la majestuosidad de la Fontana de
Trevi, incluso pude sentarme en su baranda de piedra, contemplar tan increíble
monumento y tirar la moneda que me aseguraba mi regreso a la ciudad eterna.
Mientras nos acercábamos, la expresión de mi cara ofrecía una abierta sonrisa;
pero rápidamente cambió, cuando al
traspasar la esquina, un ruido ensordecedor de gente hizo que mis ojos se
abrieran desorbitadamente expresando un gran asombro y a la vez fastidio por no tener para nosotros solos la vista de la Fontana. Había tanto
personal que apenas podías acercarte y menos sentarte. Nos tuvimos que
conformar con observarla de lejos y padecer los empujones de todas las personas
que allí se encontraban y que desde luego querían lo mismo que nosotros, un
poco de tranquilidad.
Permanecimos poco rato y nos retiramos con un sabor
agridulce, estaba claro que el turismo se había masificado tanto, que nos
tocaría disfrutar de la ciudad de una manera totalmente diferente de cómo lo
hicimos la primera vez. A pesar de este primer chasco, a mis hijas les gustó
mucho y pasamos unas inolvidables vacaciones.
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6 comentarios:
A mí me pasó lo mismo... de hecho no he vuelto. Recuerdo más a la gente y el calor y algo de rabia por no poder disfrutar de esos lugares.
Bss
Ni de día ni de noche, somos muchos y donde vamos ya han llegado otros un poco antes. El turismo ya no es lo que era. Abrazo
Eso es el pan nuestro de cada día, allí donde vayas.
Gracias Silvia, Ester y Tracy. Si, la verdad es que somos demasiados y así no hay tranquilidad que valga.
Un abrazo
Si lo vemos desde ese punto de vista, si, la masificación hace que el turista se sienta incómodo, pero, por otro lado, creo que es positivo que hoy haya mucho más gente con posibilidades de viajar y conocer. Un abrazo 😊
Oh, bueno, al menos las hijas lo disfrutaron y también quedan los recuerdos de esa primera vez.
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