Ella, si, ella era una mujer tradicional, casarse, hijos.
Como la mayoría de las personas; pero a veces si consigues todo eso, igual
renuncias a muchas cosas; pero esas cosas, si, esas cosas le tiraban demasiado.
Siempre había querido viajar a África de misionera; aunque a la vez le daba
miedo lo desconocido. Ahora, pensaba,
era tarde, no podía irse sola y dejar aquí a la familia, ¿Qué harían sin ella?
Era necesaria, era el pilar.
Aquella noche no pudo dormir,
como la mayoría, la llamada era demasiado intensa y no sabía lo que aguantaría
sin reaccionar.
Esa mañana metió todo lo que pudo
en una pequeña maleta, escribió una carta de despedida, abrió la puerta de su
casa, miró por última vez y desapareció.
-
Querido Pedro, queridos hijos, siento dejaros
así a la francesa; pero no podía más. Me voy a África de misionera, mi
verdadero sueño. He sentido una llamada muy fuerte y no la he querido dejar
pasar. Siento no haberos dicho nada; no lo hubierais comprendido. Siempre he
sentido la necesidad de ayudar a los demás; sin embargo he sido muy cobarde,
preferí lo fácil, una familia, una casa, etc… No creas que os he dejado de
querer, no eso no; pero esto es…en fin es algo muy difícil de explicar, lo has
de sentir. Por una vez seguiré lo que me dicta mi conciencia,. tengo miedo si;
pero si no lo hiciera me sentiría tan mal que no conseguiría seguir con mi
vida.
Lo siento,
siempre os llevaré conmigo
Clara
MÁS PUNTOS DE LOCURA EN CASA DE PEPE
21 comentarios:
Una historia intersante y muy bien planteada. Claro que el marido y los hijos, no lo comprenderian jamás. Un mujer valiente, es vedad pero a lo mejor, si hubiera seguido en casa cuidando de toda su família, hubiese sido una heroina. pero el escrito es perfecto-
Recibe todo mi afecto.
Nos muestras lo importante que es tener ese tiempo para nosotros mismos, para perseguir nuestros sueños hasta alcanzarlos y quien de verdad te ama, apoyará tu decisión.
Creo que el trasfondo de tu relato es la búsqueda del equilibrio, difiero en que la familia es el camino fácil, es bien difícil, arduo esfuerzo día y noche, el esposo no, pero los hijos son por siempre.
Eso sí que ha sido salir de la rutina e ir hacia la aventura, es un relato interesante.
Un abrazo
Desde el punto de vista de la familia abandonada, la mujer sigue siendo cobarde, porque ha mantenido todo oculto y por lo que cuentas, nunca habló antes de lo que quería hacer. Decidir irse sin siquiera despedirse, creo, es un síntoma de inseguridad y falta de valentía que, tarde o temprano, aflorará en forma de culpa. Y eso lastima y nunca cura. Un abrazo
Hola amiga , hoy tú relato me ha traído muchos recuerdos de mi misma ..ahí lo dejamos y que bien lo has dicho , cuántas veces anteponemos los deberes y obligaciones aquello que realmente sentimos , pero ..siempre hay pero el sentirnos mal por abandonar aquello que creemos que dependen de nosotras ..muy buen ejemplo de locura y cordura , aunque esta sea quizás más difícil de entender ..
Un fuerte abrazo.
No me ha parecido una situación extraña porque conozco dos casos no iguales pero similares. Es una decisión muy complicada pero solo tenemos una vida. Abrazos
Bueno, siguió sus sueños, aunque ayudar se puede ayudar en la propia familia; pero ellos estarían todos bien. La labor que ella iba a desempeñar era muy importante.
Ese punto de locura le cambio la vida, y seguro que la esperaba una vida plena.
Muchos besos.
Ella no sabe que va a encontrar , pero hay algo en su interior que despertara en su mision algo que la enriquecera para siempre . Un gran desafio para todos , Abrazos
Si hubiera sido valiente unos años antes...
Beso atrasado.
Creo que su vocación podría ser perfectamente compartida con toda la familia. Solo debería plantearla... pero, claro, por eso es una locura... así de pronto... Las locuras yo las concibo como algo personal para que no tengas víctimas colaterales. Pero ella va a por su sueño. Es su locura.
Un beso enorme :-)
Un correcto relato, para eso está la ficción, pero que me da un mal rollo... y eso es lo mejor, leer aquello que te golpea. Gracias y enhorabuena.
Un abrazo.
El mismo ángulo dePepe pero en versión femenina. Una crisis demediaba edad y el deseo y la convicción de que la protagonista debe ser fiel a sí misma. Igual, la famia ys está crecidita y ella necesita realizarse en ese aspecto.
Un beso, Carmen
Es una decisión difícil la que tomó Clara. Tiene su lado enriquecedor y a la vez supone una pérdida de ese desarrollo de la familia.
Pero a veces hace falta un cambio de sentido para seguir hacia adelante.
Un fuerte abrazo, querida amiga.
No veas como la comprendo, yo tube un sueño similar, en mi caso lo pude compaginar, llevandome conmigo a mi hijo pequeño, las mayores se quedaron con mi compañero a quien le costo digerirlo fue a mi madre, bueno y a mi madrina que a consecuencia de aquello me desheredo....nunca me arrepenti aunque regrese y aqui estoy. Muy buena historia, besos.
Está claro que es un punto de locura, dejar a su familia sin siquiera despedirse en persona. Sino mediante una carta. Además de creer que una familia es la opción fácil.
Muy bien contado.
Gracias Montserrat, Ester, Campirela, El Demiurgo, Molí, Juan Carlos, Miriam, Pitt, Magade Camar, Fabián, Javier Miró, Sakkarach, Neo, Mujer Virtual, y Motserrat. Esas decisiones son muy difíciles y no todo el mundo está dispuesto a dar ese enorme paso.
Un abrazo
Una decisión distinta, pero no más difícil que la ilusionante y dura tarea de crear y hacer crecer una familia. Nunca es tarde para dar un giro al rumbo de tu vida y desde luego, es necesario un punto de locura.
Gracias por acudir a mi convocatoria.
Un fuerte abrazo.
Madremía! eso si que es vocación y puntazo de locura...
Qué curiosa locura la que nos planteas, Carmen; misionera en África. Sobre todo me gustó lo que decía en la carta, que ni aun con la distancia dejaría de querer a sus seres queridos.
¡Besos jueveros!
Gracias Pepe, Tracy y Dafne. Si, son puntos de locura que pocos se atreven a tener. En este casa la llamada fue tan grande que no pudo aguantar más.
Un abrazo
Gracias Pepe, Tracy y Dafne. Si, son puntos de locura que pocos se atreven a tener. En este casa la llamada fue tan grande que no pudo aguantar más.
Un abrazo
A lo mejor no fue un punto de locura... fue ser cuerda consigo misma, salvo que la sociedad entiende estas rupturas con la vida convencional muy mal.
Me gusta mucho tu idea.
Bss
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